El presidente del Club Andino de Carlos Paz, Hebert Chiodi, escribió estas lineas respecto a la basura que encontró al recorrer en su bicicleta el mismo camino que utilizaron los competidores de la carrera ciclística Vuelta de las Alta Cumbres. Allí se encontró con mucha basura arrojada por algunos de sus participantes, afectando una reserva provincial y básicamente a la naturaleza virgen del lugar.
Carlos Paz Vivo! pudo saber que desde la organización recomendaron no arrojar residuos durante la competencia, pero sin dudas muchos corredores hicieron caso omiso de la advertencia.
Sobre la competencia ciclística Vuelta de las Altas Cumbres.
Por Hebert Chiodi
Este último Domingo 24 de Marzo de 2024, mientras realizábamos un recorrido de bicicleta de montaña por la Pampa de Achala junto a cuatro amigos del grupo de bicicleta de montaña del Club Andino Villa Carlos Paz, coincidimos con parte del recorrido de la competencia Vuelta de Altas Cumbres. Este tramo, donde se superpusieron nuestros trayectos, forma parte de la Reserva Hídrica Provincial Pampa de Achala y de la Reserva Nacional del Parque Nacional Quebrada del Condorito.
Luego de haber pasado casi dos días realizando el deporte que nos apasiona, recorriendo y disfrutando de lugares naturales, nos encontramos con un ejército de ciclistas compitiendo y a la vez ensuciando esa naturaleza a la que nosotros habíamos ido a disfrutar. En un recorrido de unos 12 km compartimos con esa competencia y fuimos sorprendidos por la cantidad de basura que esos competidores tiran a la naturaleza: sobres de gel, bolsas de nylon, botellas de agua. A lo largo de ese recorrido, y cada muy pocos metros, tapizan de basura el camino de ripio que transcurre dentro de estas áreas protegidas de la provincia de Córdoba y de la nación.
Ante nuestra sorpresa, al presentarle nuestra queja a un miembro de bomberos que formaba parte del apoyo de esta competencia, nos informó que ellos no tenían nada que ver y solo estaban recorriendo para apoyo de los participantes y no formaban parte de la organización. Además, nos dijo que, de todas maneras, un vehículo venía recorriendo al final de los competidores para levantar lo que ellos tiraban.
Cabe destacar que el día anterior en Pampa de Achala hubo un viento de más de 50 km/h y que ese día Domingo era de 15 km/h, por lo que los sobres de gel arrojados al camino que surca esas dos áreas protegidas muy fácilmente se volaban, desplazándose entre pastizales y otra vegetación varios metros fuera del camino pero dentro del Parque y la Reserva Hídrica Provincial. Por lo tanto, segura y difícilmente podrían ser recogidos por nadie, y muy probablemente, al poseer contenido dulce, atraigan a animales silvestres con probables consecuencias de ahogamiento por ingesta del plástico de los envoltorios o simplemente pasar a formar parte del suelo de la pampa, deteriorándose recién después del transcurso de miles de años.
Es alarmante que gente que gana mucho dinero con estas competencias y sus empresas patrocinantes tengan como única respuesta al deterioro que provocan en lugares naturales el enviar una camioneta a recoger la basura que tiran los participantes, a los cuales ellos les cobran una suma significativa de dinero. Cuando esas competencias masivas deberían ser ejemplo y puerta de enseñanza de cómo comportarse en lugares naturales, realizando docencia en cuanto a transitar por ellas sin dejar huella.
Debería exigirse a los competidores la estricta prohibición de arrojar residuos, y no como cómoda alternativa a que los encargados de la competencia les van a juntar la mugre que generan, sino exigirles un comportamiento ecológico, haciendo hincapié en la importancia de conservar los lugares en los que van a transitar y que no solo es una competencia meramente física, sino integralmente humana, respetando el entorno y el mundo que deseamos y necesitamos disfrutar todos.
Creo que en esto la mayor responsabilidad es de los organizadores por no pensar en educar para beneficio común y solo organizar competencias para ganar dinero a costa de los intereses del resto de la sociedad, no propender a cuidar y hacer docencia en el comportamiento de sus competidores. Hay además una gran responsabilidad en los competidores que con un simple devolver el envase vacío de gel o líquido al lugar de donde lo sacaron lleno, es decir, sus bolsillos, en vez de desecharlo en la naturaleza, harían de su deporte algo limpio y sustentable.
Una gran responsabilidad cabe a la Agencia Córdoba Deportes, a la Agencia Córdoba Ambiente y a La Administración de Parques Nacionales que permiten la incursión de estas actividades dentro del territorio de su ámbito, sabiendo que la camioneta que recorre el camino una vez culminada la competencia NO es una solución integral, ya que NO recoge toda la basura desechada por los participantes y es una burda excusa a los requerimientos ambientales, ya que el viento que normalmente corre por esas regiones disemina por cientos de metros la basura, haciendo imposible recuperar esos elementos a los pocos minutos de haberlos desechado.
También tienen responsabilidad las empresas auspiciantes que no exigen a los organizadores para brindarles el apoyo de su marca una actitud de compromiso y respeto a la naturaleza y también se conforman con la mentirosa solución de la camioneta recogiendo la basura y, por último, a los responsables de los municipios que auspician esas competencias como cómplices partícipes, que por el solo beneficio de la promoción a sus respectivas comunas hacen ojos ciegos al perjuicio que provocan al medio ambiente estas competencias.
¿Habrá alguna respuesta que se anteponga a los beneficios económicos de algunos pocos para que estas acciones que perjudican a la sociedad toda no sigan desarrollándose? ¿Habrá alguien con poder para que exija que se comience a concientizar primero a los participantes para que no sigan formando parte de actividades que deterioren el medio ambiente? ¿Habrá funcionarios que en algún momento exijan a los organizadores que desarrollen competencias sustentables y descalifiquen a los competidores que arrojen residuos en la naturaleza? ¿Habrá empresas que no apoyen con sus marcas eventos que provocan tanto daño al medio ambiente? ¿Habrá organizadores con la suficiente conciencia ecológica para desarrollar actividades que hagan docencia y concienticen a los participantes de convivir e interactuar pacíficamente con la naturaleza? Esperamos que a muy corto plazo esto suceda, este escrito solo pretende ser un humilde puntapié inicial.
Hebert Chiodi, Presidente del Club Andino Villa Carlos Paz.