PhoTortul 2960
“Villa Carlos Guerra”
Lincoln al 150 – #VCP
Lunes 28 Agosto de 2023
La vieja hostería ‘El Chiche’ comenzó a levantarse a inicios de los 60s., ‘pieza a pieza’, con los pesitos generados ‘temporada a temporada’, por sus dueños: Don Ernesto Grazziano y señora, miembros del núcleo inicial (si no fundador) del Centro Italiano de Villa Carlos Paz.
La calle Lincoln era apacible, doble mano y tenía entre sus hitos (que algunos conserva) al gran Hotel Riviera en la ruta, el Hospedaje de Don Amado Tórtolo más abajo, el Vivero aledaño y homónimo, donde pasó tantos años mi viejo, el Hotel de los Kripner con su pileta gigante, devenido en colonia de los farmacéuticos… y la pequeña casita-hostería
que era justamente un chiche… y de allí el nombre.
La hostería pasó a manos de un gremio (SUTIAGA) y ya todo cambió en materia de hospedería, pero lo que voy a contar tiene que ver con otra cosa. Cosa fulera, vea.
En ‘El Chiche’ hoy, a la hora del café con leche, apuñalaron a uno y balearon a otro. Uno no la cuenta más… el otro está en el Hospital Sayago y algo va a tener que ‘contarle’ a la Fiscal de turno.
La Lincoln ya no es lo que fue, sitio de mis aventuras en bici y baldíos misteriosos. Hoy todo es rejas, muros, alambradas, puas, chapas, portones y cámaras de seguridad.
#QueLoPario
Don Graziano supo contarnos a Rubén Zanellato y a mi, en una entrevista para el Docu ‘Ecos de Italia’, que dormía en verano… “con un ojo y un oido abiertos” (sic).
Y contó más de aquellos años dorados en que el turismo explotaba: “Soñaba que sonaba el timbre. A veces llegaba a la puerta y si… lo había soñado. Otra veces, había en el vano de la puerta, una familia entera que necesitaba albergue, que llegaba sin reservas, luego de largo viaje en autito”.
Eso que nos contó este gringo nacido en Basilicata, Potenza, sastre de profesión ya en Bs. As. y mini hotelero de ocasión al llegar a esta villa… con un acento bien itálico prendido a su sonrisa amplia… es una historia común de varios hoteles familiares.
En esa misma puerta en que Don Graziano recibía bolsos y entregaba llaves a una familia viajera a horas inusitadas… hoy, a media mañana, hablaron las balas y silbaron los filos.
Un muerto que bien frío está y lleva horas allí tirado… allí frío. Un herido en una zona poco glamorosa para recibir un tiro o una cuchillada. Una fiscal que ‘labura’ en el sitio (no como los otros). Cintas negras-blancas-rojas que cortan la Lincoln. Vecinos nerviosos. Periodistas. Vecinos asustados. Curiosos. Vecinos. La Lincoln ya es otra.
Dicen las medianeras que en El Chiche funcionaba una ‘Cueva Verde’. Dicen. Me acordé de una de Cowboys: “Por un puñado de dólares”. Me acordé.
Bang… bang… ¡Estás liquidado!!!
Arranca una semana así, tras otra semana asá.
La balacera de la ‘Cruz de Palo’ que aun huele a pólvora. El Maxi Kiosko atacado en manada por 11 pibes encapuchados que afanaron de todo menos morfi. Chinos que se amurallan en sus mercaditos a la hora de apagar las heladeras. Camionetas suntuosas afenadas que no hacen juego con las motitos ‘scooter’ de laburantes, pero las hermana el afano. Las concesionarias que sacan sus autos de la vista. Rejas y mas rejas. Custodias privadas por doquier. Y lo peor de los peor: los rumores de saqueos, de zonas liberadas y los vecinos que ya avisan (ya te cuentan como si nada) que están armados.
De todo lo que cubro en mi laburo, de lo que veo, de lo que escucho; me guardo lo peor, pero no está bueno que escondamos este tema que nos está acosando.
Me acordé de ese episodio de Isidoro Cañones, que terminaba saliendo de Keops y decía en el último cuadrito, botella en mano y chicas a la par:
“Esta ciudad ahora se llamará Villa Carlos Guerra”.
No creo que sea para tanto… pero tampoco para que metamos el tema bajo la alfombra.
#Policiales
#ElChiche
#Asesinatos