La cocinera contó que el empresario le dijo que había levantado la denuncia pero era mentira.
Recientemente, Victoria Vanucci relató que Matías Garfunkel, su ex marido y papá de sus dos hijos, sufría de un trastorno de bipolaridad. Según explicó, este cuadro se habría desatado con mayor intensidad luego de que ella le pidiera el divorcio.
Según informa la revista Pronto, en una visita a Socios del espectáculo (El Trece), Vanucci habló por primera vez del aterrador momento que vivió por una falsa denuncia que le hizo el empresario que la llevó a terminar encarcelada en Estados Unidos, país en el que vivían.
“Él estuvo completamente estable durante estos 14 años pero, cuando le pedí el divorcio, le causó un impacto importante. Yo nunca había conocido esa parte suya”, comenzó.
Y expresó: “Lo que pasó es que él me puso en una esquina, me agarró y me hacía ‘shake’ (‘sacudía’ en inglés). Yo lo que hice fue empujarlo e irme al baño para poder calmar la situación. Mis hijos estaban abajo y no estaban escuchando nada, que eso para mí era fundamental. Y ahí desde el baño escucho que llama a la Policía. Yo dije ‘What?’ no entendí”.
“Eso es lo que te lleva a vos a quedar detenida”, intervino Rodrigo Lussich. Sin vueltas, Vanucci detalló: “Terminé en una cárcel. Lo que hay que entender es que, en Estados Unidos, cuando vos hacés una denuncia es algo muy serio. Se lo toman de una manera muy seria”.
“¿Él denunció que vos lo habías golpeado?”, indagó Adrián Pallares. “Él lo que denunció fue que yo había sido agresiva con él. Después, encima fue peor porque el policía me informó que tenía que llenar un formulario y que me tenía que presentar frente al juez. Yo le quise explicar, le pedí por favor pero me dijo que no. ‘Lo que tengas para decir, se lo decís al juez’, me dijo”, aseguró.
Señalando el inicio del drama, Vanucci continuó: “Ese formulario que me dieron, me lo agarra Matías al otro día y trata de pedirme disculpas. Me pide el papel y yo jamás pensé que ahí decía que en catorce días me tenía que presentar frente al juez. Yo le pedí que levantara los cargos porque no era joda, que dijera que había sido un error. Él me dijo que lo había hecho, se quedó con el papel, entonces pasaron catorce días y me vinieron a buscar”.
“Yo le estaba haciendo el desayuno a mis hijos y me llevaron. Yo ahí agarro, lo miro y le digo: ‘¿Me estás jodiendo? Me dijiste que esto lo frenaste’. Y ahí me llevaron frente al juez. Yo no podía parar de llorar porque encima no tenía defensa. A vos te dan catorce días para que, supuestamente, contrates un abogado. Resulta que mientras yo lloraba frente al juez pidiéndole que me dejara explicar lo que pasó, la persona que estaba a mi lado recibe un texto y me sumó un cargo más. Y ahí fue que me mandaron directo a la cárcel”, añadió.
Contando sus sensaciones, Vanucci reconoció: “Yo nunca tuve tanto miedo en mi vida. Compartí celda con una mujer que se ve que estaba atravesando momentos muy importantes. Compartir celda es tremendo, no sé cómo explicárselos. Lo peor es que para taparme me habían dado una bolsa de tela que estaba llena de ‘tajazos’. Yo lo único que hacía era rezar. Estaba despierta todo el día y, cuando veía pasar a alguien porque había una mini ventanita en la puerta, les decía que tenía derecho a hacer una llamada. No te escuchan. Nadie sabía que estaba ahí además”.
Según Pronto, Victoria contó que le pusieron un traje marrón, color que correspondía al estado en el que fue arrestada, y que se la llevaron esposada. “Al otro día de estar encerrada me dejaron salir. Me dieron un papel y me explicaron que me tenía que presentar tantos días para reportarme, como si fuera una convicta. Tampoco podía tener contacto con mis hijos por una semana hasta que el juez viera el tema y decidiera. Ahí fue que decidí hacer esto público y pedirle ayuda a todos ustedes (los periodistas)”, concluyó Vanucci.
Fuente y foto: Revista Pronto