Decidió irse a vivir a otro país como tantos otros argentinos, en busca de un futuro mejor, un escenario promisorio que le permitiera salir adelante y no depender de nadie para su subsistencia. Así comienza la historia de un cordobés oriundo de La Calera, Andrés Fox, que se repite en forma constante en estos tiempos de pandemia (dado que hay muchos jóvenes que hoy ya han hecho sus valijas para emigrar apenas puedan), como así también a lo largo de la historia de nuestro país.
Solo que el condimento arriesgado de este relato es justamente el momento en que Andrés eligió irse. Tomó el último vuelvo de España desde Argentina, antes de que se decretara el Aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus, el 20 de marzo.
“El último vuelo que salió de Ezeiza a España, el 15 de marzo, lo tomé yo. Cuando llegué al aeropuerto de Madrid estaba vacío. Pensé que el coronavirus era una simple gripe, que iba a durar un par de semanas”, contó Andrés en diálogo con Carlos Paz Vivo!
Llegó a Palmas de Mallorca sin trabajo pero con ahorros y el propósito de encontrar algo para hacer, de lo cual vivir, porque “allí hay muchos argentinos”. Tuvo que quedarse 3 meses haciendo cuarentena. Y aunque en Córdoba tenía una pequeña empresa de instalación de cámaras de seguridad que en el último tiempo ya no da sus réditos, logró que lo contrataran como guardavidas en Madrid ( tras hacer una capacitación) y hoy sobrevive como extra o “figurante” en series reconocidas como La casa de Papel y Valeria.
“Un amigo me tiró el dato, envío mis fotos y me presentó para participar en un casting, en realidad era para “figurante” en una serie. Nunca pensé que me iban a dar la oportunidad, pero así fue. Lo más simple dentro de todo el mundo audiovisual que es re complejo”, detalló Andrés.
Y continuó: “Me llamaron una vez y después 4 veces más. “Trabajé hasta ahora para una serie de Alejandro Amenábar , La Fortuna, -director de Mar adentro (ganadora del Oscar 2004 a mejor película extranjera)- que va a estrenar en el 2021, en la serie Valeria, éxito en Netflix y también en La Casa de Papel (Quinta temporada), la que se está filmando”.
El joven de 36 años, soltero, asegura que en principios aceptó el trabajo para poder subsistir, pagar su alquiler y comida, pero que ahora el mundo de las series y las posibilidades que llegan más seguido, lo tienen esperanzado. “Esto es inesperado y hasta pensé en prepararme para hacer pequeños papeles ya de actor. Es todo muy nuevo, pero por qué no, si sigue saliendo…”, manifestó.
Trabajar en la serie de Amenábar
En relación a la experiencia que tuvo en el rodaje de Amenábar recordó: “Fueron 4 días de filmación donde nos trataron muy bien, con miles de tomas y retomas. Una experiencia muy linda. Quedé sorprendido por la envergadura de la producción y la cantidad de gente que trabaja. Te dan ganas de sacar muchas fotos pero hay convenios de confidencialidad que no te lo permiten”.
Luego añadió: “Por cuestiones de Covid era mejor llevarte tu vestuario, el que te indicaban, pero igual en el set había de todo, por las dudas”.
Nada es fácil
Más allá de esta aventura de vida, como se anima a decir, que en su caso está saliendo bien a pesar de las dificultades, admite que “la cosa está difícil en todos lados”. “Irse tampoco es la solución para todos. Si no hubiese tenido la necesidad de irme de Argentina no lo hacía, porque extraño a mi familia, me tira”, expresó.
Consultado por el mayor motivo que lo mantiene allí, aseveró: “ Hay incertidumbre como en todos lados, hay oportunidades, creo, más o menos, como en otros lugares, pero una diferencia enorme que veo, es que con un sueldo básico podés vivir, ahorrar, hasta pagar una hipoteca, y las posibilidades de expandirte son mucho mayores”.
Desde el 5 de julio está viviendo en Madrid, y otro de sus deseos es conocer cada vez más lugares en tren por Europa, cuando se levanten las restricciones de viaje y merme la segunda ola de coronavirus que está siendo más fuerte que la primera.
“Viajar creo es lo que más me gusta, conocer las historias de cada lugar al que voy llegando, trasladarse, averiguar la historia de cada espacio nuevo, es mágico”, destacó Andrés y concluyó: “Valió la pena arriesgarme en mi caso, hoy valoro cosas que antes no, pero hay que respirar hondo y poner lo mejor cada día de tu vida, para afrontarla mejor”.