Mientras se desarrolla una larga sesión de Diputados en la que se debate la reforma previsional, en las afueras del Congreso Nacional se produjeron serios incidentes con más de 80 heridos y unos 40 detenidos.
A media tarde, la Plaza del Congreso se había convertido en una verdadera batalla campal, en la que los revoltosos apelaban a todo tipo de municiones para atacar a la policía, parapetada detrás de los vallados colocados para proteger al Palacio Legislativo, donde sesionaba la Cámara de Diputados, para tratar la reforma provisional.
La fuerza policial se vio superada en distintos flancos de la Plaza de Mayo, lo que determinó que la incorporación de la Policía Federal, mientras seguían las refriegas que en el Congreso y zonas aledañas, que derivaron además en destrozos de negocios y una moto incendiada.
Luego de que el grueso de los manifestantes se iban retirando -antes de las 17- grupos revoltosos seguían arrojando piedras y objetos contundentes, extendiéndose el área de los incidentes a 9 de Julio y avenida de Mayo.
Los incidentes comenzaron a las 13.30, cuando un grupo de jóvenes se desprendió de las columnas de los partidos de izquierda -PTS, PO y MST- en avenida Rivadavia casi esquina Rodríguez Peña, comenzó a arrojar piedras y botellazos contra la Guardia de Infantería, que repelió el ataque, inicialmente con bombas de humo.
Los jóvenes lograron derribar el vallado de esa esquina, y además utilizaron bombas de estruendo y gomeras. A partir de allí, la Guardia de Infantería comenzó a avanzar para hacer retroceder a los jóvenes. Una particularidad, que no se vio en anteriores manifestaciones, es que varios jóvenes llevaban máscaras antigas.
Las refriegas se acrecentaron en la plaza, con lluvias de piedras contra la Policía, que siguió avanzando hasta reponer las vallas sobre Rivadavia y Rodríguez Peña.
Los revoltosos formaron barricadas, parapetándose detrás de placas de madera, mientras seguían arrojando todos tipo de objetos a la Policía que, con el correr de los minutos, logró desplazarlos hasta más de la mitad de la plaza, en dirección a avenida de Mayo.
No obstante, las refriegas continuaron, toda vez que el grupo logró rearmarse y volver a arrojar piedras, botellas y trozos de baldosas. La Policía volvió a avanzar con una formación, detrás de la cual avanzaba un camión hidrante y luego la policía motorizada.