En la nueva propuesta de Disney Channel, “Bia”, que cuenta con la adhesión de chicos, chicas y jóvenes de distintas edades, Valentina González brilla como nunca. Oriunda de Villa Allende, Córdoba, con sólo 19 años logró ser una de las integrantes de esta serie que se transmite en Latinoamérica y Europa, gracias a su talento y enorme carisma.
Bia (2019), programa de televisión juvenil argentino en ascenso, por el momento tiene una sola temporada, pero en octubre de este año confirmó la segunda temporada a sus fans.
Narra la historia de un grupo de jóvenes generadores de contenido online que viven la tecnología como una forma de ser. Para hacer sus creaciones y compartir talentos se juntan en “El Fundom”, un espacio de encuentro que es el núcleo de nuevas amistades y rivalidades, donde también viven grandes romances.
Un sueño hecho realidad
Desde que terminó el secundario, un día después de su egreso y tras enterarse que había sido seleccionada para Bia, Valentina se fue a vivir sola a Buenos Aires para cumplir su sueño: ser artista de Disney. Ahí comenzó todo.
En entrevista con Carlos Paz Vivo!, la joven habló de sus comienzos, cómo vive su trabajo y formación artística en Disney, y de qué manera cambió su vida desde que está lejos de su familia. Además se animó a contar sobre sus objetivos y futuro.
-¿Cómo fue tu llegada a Disney?
–En realidad fue muy sorpresiva. Pasé por cuatro instancias de casting, no fue fácil. Fueron muchos meses de espera, nadie te decía cómo habías estado en los casting. La última instancia del casting fue convivir dos semanas con chicos de distintas partes del mundo. Éramos 22 personas y después quedamos muy pocos. Fue hermoso el proceso y de gran aprendizaje. Disney además de una empresa es una escuela. Nos dan clases de actuación, baile, canto y eso te ayuda mucho.
-¿Cuándo surgió tu vocación por el arte?, ¿cuándo te diste cuenta que querías ser artista?
-Es muy loco. Ya me gustaba cantar, pero cuando salió Violeta de Disney, me di cuenta que quería trabajar ahí. Que quería ser trabajar y vivir del arte. No sabía que la gente podía vivir del arte. En Córdoba no hay mucha salida de artistas. Mi mamá siempre iba a Buenos Aires y empecé a conocer de a poco los teatros. En vacaciones del cole veníamos para capital y veíamos todas las propuestas que hubiera. No importaba cómo, pero las veíamos. Fue increíble ver cómo se despierta algo en vos. A los 12 años cantaba las canciones de Violeta. Son muy locas las vueltas de la vida, cómo me trajo hasta Disney a esta tercera generación de artistas que arrancó con Violeta. Increíble, la verdad.
-¿Con quién te formaste en Córdoba?
–Siempre fui a maestra particular de canto. Aprendí con Marilin Miller que es una genia, ella me enseñó interpretación teatral. Después iba a workshops de Emilia Mazer y cuando venía a Buenos Aires tomaba clases de actuación. Mi colegio en Córdoba era bien exigente y no tenía tiempo para nada. Pero todo encajó en su lugarcito.
Aillén, su personaje
Valentina interpreta a Aillén, una fan en la serie. Una joven bondadosa, tierna, algo misteriosa.
-¿Cómo es tu personaje?, ¿cómo lo construiste?
-Increíble, siempre está enterada de todo. Al principio nadie la conoce, tiene su halo de misterio. Cuenta con sus dos amigas que todo el tiempo en que Aillén no pudo estar en la serie porque estaba terminando la escuela -tal como me sucedía a mí en la vida real- estuvieron hablando de ella hasta que aparece. Para hacer a Aillén me inspiro en nuestras fans, en cada una de ellas. Es una locura cómo nos esperan fuera de la productora, siempre con regalos y mensajes de apoyo. Es hermoso, veo lo que realmente expresan con su corazón para poder llevarlo a mi personaje.
¿Cómo te ves en unos años como artista?
-Me gustaría llegar a ser cantante y que a la gente le guste y le llegue mi trabajo. Me gustaría ir a estudiar a México y buscar nuevos horizontes en la música. Aunque soy chica, siento que tengo misiones muy grandes y creo que eso está bien. Hay que ir por los sueños.
¿Cómo cambió tu vida a partir de Disney?
-Uf! Mi vida se modificó al cinco mil por ciento. La verdad mi cena de egreso del cole fue el 1 de diciembre y al otro día estaba mudándome sola a Buenos Aires. No tenía muebles en mi casa. Tenía solamente la cama y justo tenía que hacer el show para gente de Disney. Entonces volvía todos los fines de semana, hacía fotos para la prensa de la serie. En casa somos cinco personas, muchas. Imaginate la diferencia al estar sola. Empecé de la nada, sin familia, sin nada. Lo único que tenía era la tele y la cama. Entonces todas las noches ponía Youtube con ruidos de casa para dormirme. ¡No me preguntes qué eran los ruidos de casa, pero funcionaba! Fue un gran cambio, porque salí del colegio y tuve que entender cómo es el mundo del trabajo. Conviví con gente nueva, con personas del mundo del arte. Si bien en Córdoba hay salida para hacer arte, en Buenos Aires es todo masivo. Para los cordobeses Buenos Aires es como Nueva York para los estadounidenses. Fue un gran año de trabajo. Este cambio fue muy bien recibido en mi vida.
¿Cómo es trabajar para Disney entonces?
-Un sueño hecho realidad. No todos tienen la oportunidad de llegar, y a quienes nos tocó, pensamos es un golpe de suerte. Estábamos en el lugar y momento indicados. Disney no es solo una empresa multinacional, es escuela y es familia. Mi primer trabajo en serio es increíble.
La ficción transmedia y la interacción con las redes sociales
Bia se trata de un proyecto con un fuerte componente digital. Es la primera vez que personajes de una serie de Disney tienen perfiles en Instagram para que la audiencia pueda conocerlos, ver lo que hacen, sienten, piensan. De ese modo interactúan con ellos a través de comentarios.
Incluso, el contenido que los personajes compartan en Instagram está alineado temporalmente con lo que sucede en los episodios, que son el arco argumental que sostiene la historia.
“Lo que diferencia a Bia de otras series juveniles de Disney, es que todo lo que pasa en la serie, pasa en la vida real. Aparte el equipo de trabajo que hay detrás para una historia transmedia es impresionante, porque los personajes de la ficción viven e interactúan con sus seguidores en las redes sociales”, destacó Valentina.