Fue a un paciente que estaba internado en Terapia Intensiva. Parte de sus órganos fueron trasladados a Buenos Aires y otros quedaron en la Provincia de Córdoba. El personal del nosocomio destacó la generosidad de la familia del hombre que falleció.
Luego de la aprobación de la Ley Justina en el 2018, todos los mayores de 18 años son donantes de órganos y tejidos, a menos que dejen constancia expresa de lo contrario.
Bajo esa reglamentación y luego de realizar las pruebas necesarias, se realizó en horas de la tarde de ayer, la segunda ablación de órganos en el hospital municipal Gumersindo Sayago.
“Fue en un paciente de 59 años que se encontraba en Terapia Intensiva. Hay que destacar la generosidad de la familia porque apenas se lo plantearon, más allá de la Ley, no opusieron ninguna resistencia”, comentó la directora del nosocomio Claudia Pereyra.
También destacó el “compromiso del equipo de salud del Hospital, que en plena pandemia tiene toda la voluntad y dedicación al servicio de la comunidad”.
Procedimiento
Según conto el cardiólogo del Hospital, Roberto Bagnasco, “una vez que se hizo la constatación de muerte cerebral a través de ciertos test, se contactó a los organismos de procuración de órganos. Se hicieron los estudios que se le tienen que hacer al paciente para determinar cuáles eran los órganos que eran pasible de ser trasplantados”.
El doctor dijo que había “una urgencia nacional por un hígado. El INCUCAI vino a buscar el órgano y lo trasladó a Buenos Aires, mientras que los riñones se quedaron en la Provincia de Córdoba”.
Sin duda, destacó que este momento “es una gran bendición”. Y sobre todo hizo hincapié en la importancia de que “la gente entienda lo que es ser donante y que cuando un ser querido fallece puede dar vida a otra persona. Estamos contentos de poder participar de este proceso”.