La sospecha recae sobre Erin Patterson, la responsable de cocinar y la única que no presentó ningún síntoma de intoxicación.

A fines de julio, una familia se dispuso a disfrutar de un almuerzo en Leongatha, un pueblo pequeño al sur de Victoria, Australia. Unos días más tarde, tres de ellos murieron por consumir hongos venenosos y una cuarta víctima se encuentra en estado grave.

Gail y Don Patterson junto a Heather Wilkinson fallecieron en el hospital después de presentar síntomas similares a los de una gastroenteritis, mientras que el esposo de la última mencionada se encuentra en estado crítico y a la espera de un trasplante de hígado.

La principal sospechosa es Erin Patterson de 48 años, la cual se encuentra siendo investigada por la policía, ya que fue la persona encargada de preparar la comida y realizar la invitación. Ella es la única que no ha presentado signos de intoxicación.

“Yo no hice nada. Los amaba. Simplemente no puedo entender lo que ha sucedido”, relató la mujer a los medios locales.

Erin había invitado a almorzar a sus ex suegros y a la hermana y esposo de su suegra. A pesar de que se había separado de su esposo, Simón, ella confirmó que tenian una relación “amistosa”.

Además, en el almuerzo también se encontraban los hijos de la ex pareja, aunque sospechosamente ellos consumieron un plato diferente y, por lo tanto, no mostraron ningún síntoma de enfermedad.

En conferencia de prensa, Dean Thomas, el detective a cargo del caso, detalló: “Tenemos que mantener la mente abierta con relación a esto. Podría ser muy inocente. Pero de nuevo, simplemente no sabemos en este momento… aparecen cuatro personas y tres de ellas fallecen, hay otra en estado crítico, así que tenemos que trabajar en esto”

Qué consumieron los invitados

Según Thomas, los síntomas que sufrieron las víctimas son consistentes con los llamados “hongos de la muerte”. Si bien los informes de toxicología aún no determinan el consumo exacto, informaron que son “extremadamente venenosos” y que afectan principalmente a los riñones y al hígado.

En esa línea, señalaron que quien los ingiera puede sufrir dolor abdominal severo, náuseas, vómitos y diarrea. “Incluso si los síntomas iniciales desaparecen, puede haber ocurrido un daño hepático grave que puede resultar en la muerte”, remarcaron.

Tras el trágico final de los familiares de Patterson, los medios se acercaron a su casa para preguntarles qué había cocinado. Sin embargo, se retiró y pidió que la dejen en paz.

En tanto, la policía ingresó a su casa y realizó un  peritaje para incautar objetos que “serán examinados forensemente con la esperanza de que puedan arrojar algo de luz sobre lo que ocurrió en el almuerzo”, según consignó Thomas.

Además, los informes policiales mencionan que se encontró un deshidratador de alimentos en un basurero cercano que puede resultar una pista clave. Sin embargo, no dieron más detalles sobre el asunto.

Mientras investigación se lleva a cabo, los agentes incentivaron a los miembros de la comunidad a que no se acerquen a los hongos silvestres. “Mi sugerencia es que si no los ha comprado en un supermercado o algo por el estilo, quizás se mantenga alejado de ellos”, aconsejó el detective.

Amanita phalloides, también conocido como el “hongo de la muerte” (Foto: Shutterstock)

Fuente y fotos: TN