Una mujer de 66 años se ahogó en la pileta de un reconocido hotel de nuestra ciudad y fue reanimada a tiempo por un empleado del alojamiento. Fue estabilizada por los médicos del Hospital Gumersindo Sayago, donde permanece en la unidad de terapia intensiva.
El dramático episodio ocurrió este último domingo cerca de las 14 horas, en una de las piscinas de un hotel ubicado en la calle Roque Sáenz Peña al 1300.
Según pudo averiguar Carlos Paz Vivo!, el hecho habría sucedido cuando la abuela, M.T. de 66 años, y su nieta pasaban un rato a solas en la pileta. La menor habría decidido meterse al agua y desde allí habría insistido a la mujer para que hiciese lo mismo. En ese momento, M.T., quien no sabe nadar, habría trastabillado en el borde de la piscina, movimiento que le habría provocado la caída al agua.
Inmediatamente, la nieta intentó socorrerla y llamó a su padre para rescatarla del agua. Rápidamente, hasta el sector de los bañistas llegó personal del hotel y uno de los empleados comenzó con las tareas de reanimación.
La reanimación cardiopulmonar (RCP) que realizó el trabajador del hotel fueron claves para mantener con vida a la mujer en ese momento, mientras esperaban al servicio de emergencias contratado.
Al cabo de unos minutos, la jubilada fue trasladada de urgencia al hospital municipal, donde se llevó a cabo el protocolo correspondiente ante este tipo de acontecimientos de asfixia por inmersión.
En plena recuperación
La directora del Hospital Gumersindo Sayago, Claudia Pereyra, informó a este medio que la mujer permanece en terapia intensiva. “Afortunadamente su estado de salud evolucionó en las últimas horas. Ella está lúcida, orientada en tiempo y espacio, y sin respirador mecánico”, aseguró la médica.
M.T. sufrió un “infiltrado pulmonar” y deberá permanecer bajo cuidados médicos por unos días más para evaluar si presenta algún daño neurológico.
“El empleado del hotel le salvó la vida con las tareas de reanimación. Luego, los médicos del hospital lograron estabilizarla y ahora hay que esperar su evolución”, reconoció Pereyra.
La mujer y su familia, todos oriundos de Buenos Aires, ingresaron al hotel el jueves pasado.