Es como ponerl golosinas enfrente de los chicos y los vendedores lo saben. Jorge Lastra y su mujer, Fernanda Samaya, se apostaron enfrente a la Escuela Bernabé Fernández como lo hacen siempre el día en que hay elecciones. Y la oferta es atractiva al máximo: pastelitos de batata o membrillo, bolas de fraile, churros y tortilla.
Jorge forma parte de una estirpe de pasteliteros de Carlos Paz. Es hijo de Ramona Valdés, una de las primeras que llevó adelante el oficio en la ciudad hasta su muerte, en 2021.
“Con mi vieja vendíamos el pastelito a 25 centavos cuando yo era chico”, dice Jorge que recuerda a su madre con mucho amor: ” Esto es lo que nos enseñó y lo que nos dejó y en mi caso le dejo a mis hijos”.
En la familia, los siete hijos de Ramona que siguen en esta tierra son pasteliteros.
“Lo que nos enseñó mi vieja es que teníamos que ganarnos la vida. Me dejó como enseñanza hacer los pastelitos, las tortillas, los churros”, asegura Jorge.