Un astronauta de 47 años, Frank Rubio, tiene un récord: es el astronauta estadounidense que más tiempo ha pasado en el espacio.
Desde el 21 de septiembre del 2022 se encuentra en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) a unos 400 kilómetros de la Tierra, está atrapado y quiere volver.
Rubio, con raíces salvadoreñas, viajó a la estación espacial en una nave espacial rusa como parte de un acuerdo de intercambio de tripulaciones entre la NASA y Roscosmos (la agencia espacial rusa).
El hombre viajó a bordo de la Soyuz MS-22, mientras que Roscosmos puso a la cosmonauta Anna Kikina en una misión de SpaceX Crew Dragon que despegó en octubre de 2022 y regresó a casa el 11 de marzo.
Pero este astronauta no ha regresado, y no por decisión propia. Una serie de problemas técnicos en el aparato le han impedido volver a casa e, incluso, podría permanecer en la EEI entre tres y seis meses más, según ha explicado en una entrevista a la cadena estadounidense de habla hispana Univision.
En concreto, Rubio ha señalado que se produjo una fuga de refrigerante en la cápsula Soyuz que sucedió el pasado mes de diciembre y que, de momento, no permite traer al astronauta de vuelta. Por ahora, el astronauta ha asegurado que el problema está en vías de solución.
“Si vuelvo antes estaré feliz por estar con mi familia, que siempre me ha apoyado y es muy positiva. Todos me dijeron que iba a salir bien”, expresó al citado medio. Pero, según las previsiones, tendrá que esperar hasta septiembre para regresar.
Mientras, Rubio se hace un sitio en el olimpo de la NASA. Además de ser el décimo segundo hispano en llegar a la EEI, ya es el astronauta estadounidense que más tiempo lleva en el espacio (más de 200 días).
En todo caso, el récord mundial es ruso y lo posee el difunto cosmonauta Valery Poyakov, el cual permaneció 437 días seguidos en órbita a bordo de la estación espacial rusa Mir entre 1994 y 1995.
En este tiempo fuera de la tierra, Rubio se dedica a los experimentos científicos, entre ellos cultivos hidropónicos y aeropónicos. El propósito es aumentar las reservas de comida para futuras expediciones a la Luna y Marte. “Este tipo de experimentos sirven para saber cómo crecen las plantas”, detalló el experto.
Fuente: Agencia as