Este sábado, en coincidencia con la fecha patria, el Reloj Cu Cú de Villa Carlos Paz cumple 66 años y los vecinos de su barrio organizaron un festejo para saludar al principal emblema del sector.
La historia de la ciudad está marcada por la inauguración de este hito turístico que tuvo como principal objetivo que los visitantes lleguen a ese sector de la ciudad.
La noche que robaron al Cu Cú
Fue un 8 de julio de 2012. Esa madrugada, tres o cuatro jóvenes habían violado la cerradura de la casita de madera del Cu Cú, el pájaro más famoso de Carlos Paz y del país.
Los ladrones se llevaron el emblema turístico de la ciudad, lo diseccionaron y lo tiraron a unas tres cuadras de la casita.
La noticia se propagó primero por la ciudad, después por la provincia y a las pocas horas ya estaba en las principales tapas de los medios del país.
Es que el Reloj Cu Cú es desde 1958 uno de los principales hitos turísticos de Carlos Paz, el lugar obligado para llevarse una foto familiar y una de los sitios más visitados por los que vienen a esta zona de las sierras de Córdoba.
La crónica policial señalaba que tres o cuatro jóvenes que “serían” de Santa Fe habían vandalizado la imagen del pájaro famoso.“Golpeado y a pocos metros del lugar, fue encontrado por la Policía”, aseguraba uno de los artículos periodísticos de la fecha.
Personal de la departamental Punilla montó un amplio operativo de búsqueda tras detectar la falta del emblema de la localidad cordobesa situada a 35 kilómetros de la capital”, señalaba la nota publicada por Clarín ese día de invierno de 2012.
“El Cu cú tenía signos evidentes de haber sido golpeado, pero estaba entero. En base a los registros de las cámaras de seguridad, los investigadores trataban de buscar pistas que conduzcan a los responsables del robo y los daños”, agregaba.
Lo cierto es que el Municipio decidió enviar a a reparar al pajarito al “Viejo hospital de los muñecos” y todo se volvió un acontecimiento.
El diario La Voz lanzó una encuesta para que los chicos y grandes de Córdoba y el país bautizaran nuevamente al pájaro y los “votantes” decidieron que se cambiara su sexo y se llamara “Cucuza”.
El encargado de la “reparación” fue el escultor local Enrique López, quien tiempo después sería el designado para la estatua del perró Capitán, hoy emplazada en el ingreso al Cementerio local.
Con una fiesta que fue transmitida en vivo por varios canales de noticias para todo el país, el Cu Cú o la Cucuza volvieron a su casita para continuar con su trabajo de aparecer cada media hora desde la puertita principal de la casita.
El cucú tenía signos evidentes de haber sido golpeado, pero estaba entero. En base a los registros de las cámaras de seguridad, los investigadores trataban de buscar pistas que conduzcan a los responsables del robo y los daños.