Desde hace varios días los turistas que aprovechan las playas que deja ver la sequía en la desembocadura del río San Antonio en el lago San Roque, en pleno centro de Carlos Paz. Hay adultos y niños chapoteando en un curso de agua que, según diversos informes, está altamente contaminado en ese sector.
Un informe que se conoció en 2022, detalló que en esas zonas del centro se tomaron muestras que resultaron positivas tanto para el virus del Sars Cov2, como de adenovirus y detección de enterovirus viables.
Los análisis habían sido realizados por el Instituto de Virología de Córdoba de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC. Lo que no se sabe, porque no se informó, es si esos análisis se siguieron realizando en los últimos meses y días. El último publicado en la web municipal data de Julio de 2022.
Cianobacterias: Informes y advertencia
El otro problema conocido que tiene todo el embalse es su contaminación con cianobaterias.
Un informe publicado en junio pasado por el Ministerio de Salud de la Nación detalla: “Cuando se producen proliferaciones de algas, las que más predominan son las cianobacterias, un grupo de algas que están asociadas a problemas de salud ya que, dependiendo de la especie y de las condiciones ambientales, pueden generar toxinas. Con tratamientos de potabilización adecuados, esto no afecta al consumo de agua de red. Su principal impacto se da en el uso recreativo del embalse”.
Y agrega: “El contacto con las microalgas, la ingestión accidental o la inhalación de sus aerosoles pueden producir alergias, conjuntivitis y otitis. En caso de una ingestión crónica, podrían generar, por ejemplo, problemas hepáticos”.
Por otro lado, en febrero de 2022 se emitió una advertencia y pidió a la población extremar cuidados ante la exposición de las “llamadas cianobacterias, algas verdeazuladas que liberan toxinas en aguas que durante la temporada de verano se usan comúnmente para refrescarse y constituyen una potencial amenaza para la salud ambiental y humana”.
El informe señaló: “Los menores, mujeres embarazadas y personas con el sistema inmunológico debilitado o que presenten algún problema de salud previo, son los grupos de riesgo con mayor probabilidad de contagio. En estos casos, se aconseja consultar al médico antes de nadar en aguas naturales”.
Sin Guardavidas
Además, al tratarse de una zona no habilitada para bañistas, el sector no cuenta con guardavidas por lo que también se vuelve inseguro para cualquier persona mayor o niño que tenga un accidente en estas aguas.
Llama la atención que en una zona tan transitada por agentes de diferentes fuerzas de seguridad como Policía, Seguridad Naútica, Duar o la Seguridad Urbana Municipal, nadie se haya tomado el trabajo de impedir que la gente se sumerja en estas aguas tan inseguras.