El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes la imposición de aranceles del 10% a las importaciones provenientes de Argentina, Brasil, Colombia y Chile, entre otros países latinoamericanos.

Esta medida forma parte de una serie de aranceles “recíprocos” que buscan igualar las tasas impuestas por estos países a los productos estadounidenses.

Durante una conferencia en la Casa Blanca, Trump justificó la medida argumentando que estos países aplican aranceles similares a los productos de Estados Unidos.

Además, anunció un arancel del 15% a las importaciones provenientes de Venezuela, con el objetivo de presionar al gobierno de Nicolás Maduro.

Esta política de aranceles recíprocos se enmarca en lo que la administración Trump ha denominado “Liberation Day” o “Día de la Liberación”, una iniciativa que busca “liberar” la economía estadounidense de prácticas comerciales consideradas injustas por otros países.

El plan incluye aranceles adicionales del 25% a productos específicos, como el acero, el aluminio, automóviles y autopartes, y se espera que afecte a más de 15 países.

Reacciones

La reacción internacional ha sido variada. El gobierno de Brasil calificó los aranceles como “contraproducentes” para la mejora de la economía global y señaló que la medida no está dirigida específicamente contra Brasil, sino que es de carácter general.

En el caso de Venezuela, las exportaciones de petróleo crudo y combustible cayeron un 11,5% en marzo debido a los aranceles y sanciones impuestas por Estados Unidos. La administración Trump anunció un arancel del 25% a los compradores de crudo y gas venezolanos y revocó autorizaciones clave a los socios extranjeros de la estatal PDVSA, lo que llevó a demoras y suspensiones de cargamentos.

Analistas advierten que estas medidas podrían desencadenar represalias por parte de los países afectados, lo que aumentaría las tensiones en el comercio internacional y podría tener consecuencias negativas para la economía global.

Fuentes: EFE, El País, Reuters, Infobae