Sebastián “Pucho” Roqué recibió el mote de “acosador serial” tras hacerse públicas las denuncias de varias de sus ex parejas que eran acosadas física y psicológicamente.
Tras muchas idas y vueltas y una declaración de inimputable por parte de la Justicia que ocasionaba su internación en un psiquiátrico para luego escapar o hacerse declarar “de alta”, el fiscal de violencia familiar Cristian Griffi ordenó un peritaje psicológico diferente que determinó que “Pucho” Roqué entiende la criminalidad de sus actos por lo que puede ser acusado.
Tres testimonios hubo en la primera audiencia del juicio contra Sebastián “Pucho” Roqué (39), el sindicado “acosador serial” por las múltiples denuncias de mujeres que lo acusan de hostigarlas, amenazarlas y asfixiarlas psicológicamente.
Una de las testigos, ex pareja de Roqué, aseveró ante los jueces de la Cámara 3° del Crimen que sufrió múltiples acosos, y detalló situaciones que luego su madre, quien también declaró, calificó como un “calvario”. El tercer testimonio fue el de un policía que participó en el caso.
Según consta en la acusación, Roqué acosaba telefónicamente a exparejas, creaba perfiles de Facebook alternativos para difundir fotos de exnovias desnudas, destruía bienes, amenazaba, reaccionaba con violencia ante quien se metía en medio y se dedicaba a transformar en un infierno la vida de la mujer en cuestión y su entorno, con el objetivo de que ella regresara con él.
Sin embargo, que eso ocurriera no terminaba con la amenaza sino que continuaba en un plano íntimo.
Sobre el llamado “acosador serial” se acumularon múltiples denuncias por distintos delitos que, en base a la investigación preliminar, podrían tratarse de hechos independientes que si se comprueban en futuros juicios le pueden costar varios años en prisión por violencia de género.