En un ambiente de liberación y euforia, miles de vecinos festejaban y otros tantos se viajeros se apresuraban este miércoles a abandonar Wuhan, ciudad china donde surgió la pandemia de la covid-19, tras levantarse un encierro de dos meses y medio.

A medianoche, terminó la cuarentena impuesta desde el 23 de enero a los 11 millones de habitantes de la capital de la provincia de Hubei y miles de pasajeros empezaron a tomar por asalto estaciones de autobuses y ferroviarias, algunos de ellos con atuendos de protección integral.

Las autoridades consideran que unas 55.000 personas abandonarán este miércoles Wuhan en tren.

Innumerables automóviles y buses atravesaban los peajes en los límites de la ciudad tras levantarse los controles de carretera, según constató la agencia AFP.

Wuhan es el lugar más golpeado en China por la epidemia. Cerca de 2.500 personas murieron en esta ciudad, del total de más de 3.330 fallecimientos oficialmente registrados en todo el país.

Esta ciudad, donde apareció el nuevo coronavirus a fines de 2019, ha sido la primera del mundo en sufrir un draconiano aislamiento con todos sus habitantes confinados.

Las autoridades sanitarias consideran que un mercado de Wuhan, donde se vendían animales vivos exóticos, fue el foco de la transmisión del virus al hombre.

El resto de la provincia de Hubei, de la que es capital Wuhan, también fue puesta en cuarentena de fines de enero a fines de marzo, afectando a decenas de millones de personas.

Con la propagación del virus a todo el mundo, varios países adoptaron medidas similares. Hoy, la mitad de la humanidad está de una manera u otra confinada.

En Wuhan, la cuarentena parece haber dado resultados, tras una espectacular reducción en las últimas semanas de los casos de contaminación y de muertes en China.

El martes, China anunció por primera vez cero muertos por el nuevo coronavirus desde que surgió la pandemia de covid-19.

Sin embargo, existen dudas sobre la fiabilidad de las cifras oficiales de muertos.

Varias familias han indicado que personas muertas en sus domicilios no han sido contabilizadas, o no fueron sometidas a análisis al principio de la epidemia, cuando los hospitales estaban desbordados.