Un pibe de unos 25 sorbe las últimas gotas de una lata de bebida energizante. Tiene que recuperar fuerzas y esta fuente de cafeína de venta gratuita parece ser la nueva Coca-Cola, que en sus orígenes se promocionaba como un jarabe para recuperarse de una borrachera.

-“¿Mala noche?”, le pregunta el interlocutor.

-“Terrible, terrible noche”, dice y repite la palabra principal como para acentuar su profundidad y crudeza.

Para los que madrugan para ir a trabajar a sus oficinas, comercios o lo que sea que hagan en el centro de la ciudad, la postal de las mañanas de verano es un calco todos los días. Chicas vestidas con atuendos de noche que el amanecer toma de sorpresa y chicos en grupos nutridos que vociferan hazañas en los boliches a los que fueron y de los que acaban de escapar. La luz del día los encuentra descolocados, los encandila. Buscan algo abierto para tomar un café, o comer algo sólido y encuentran ese oasis en las panaderías del centro que abren bien temprano todo el año, esperando a los clientes de siempre, los que hacen un parate antes del trabajo de todos los días.

Los Jardines Municipales, otras veces encendidos de glamour con fiestas y eventos televisados a todo el país, esta vez son el mejor colchón de pasto para quienes vinieron a bailar y, sin alojamiento, deciden reposar un rato hasta volver a sus lugares de origen o partir hacia alguna playa a seguir calmando esa sed insaciable de divertimento que parecen portar como una bandera de guerra.

A la vez, la escena que se repite es la de las familias de turistas que arriban a la ciudad en colectivos de larga distancia y recién en Carlos Paz buscan alojamiento y asesoramiento en las oficinas de la Secretaría de Turismo. En este caso, la sombra de los árboles del predio y las salas de espera de la Terminal de Ómnibus son el sitio elegido para esperar.

También hay quienes viene por el día y usan el transporte público interurbano y urbano para trasladarse de un lado a otro. La manzana de la Terminal y los Jardines Municipales son parte de esa oferta que la ciudad tiene para esperar, descansar, tomar un mate o algo fresco a la sombra de los árboles. El turismo de Carlos Paz es multifacético y heterogéneo y la ciudad parece tener opciones para los que vienen a buscar su propio destino para descansar.

Las familias toman como lugar de descanso los jardines de la Secretaría de Turismo.