En el Hospital público Domingo Funes de Santa María de Punilla, algunos trabajadores de la salud que prestaban servicios hace muchos años allí, se están quedando sin su fuente laboral. Esto es debido a los despidos que se fueron sucediendo a partir del lunes 31 de marzo pasado, tras la decisión de rescindir contratos que debían ser renovados en esa fecha.
Incluso, algunos empleados fueron despedidos días antes, en el mes de marzo.
Hasta el momento, son ocho las personas que se quedaron sin sus sustento. “Algunos son profesionales de Terapia intensiva, personal capacitado, a quienes no les renovaron el contrato. Las bajas son de monotributistas, contratados y de planta permanente”, expresó Verónica Reyes, trabajadora del hospital en diálogo con este medio.
Este jueves se llevó a cabo una asamblea en el Hospital Funes para repudiar la baja de contratos, pasar en limpio cuántos trabajadores fueron afectados y reclamar para su reincorporación.
“Hoy hay argumentos ni justificación para los despidos, ya que siempre falta personal en el hospital y aún más ahora, que hay mayor demanda”, señaló Reyes.
Y enfatizó: “Detrás de cada despido, hay una historia personal y particular, que hace más injusta la situación”.
Por otro lado, Reyes manifestó que circula una información no oficial de un listado de 17 agentes más de enfermería que serán dados de baja.
Testimonio
Por su parte, Roberto Frontera, uno de los ex empleados, brindó su testimonio en un video que se difundió en las redes sociales: “Fui despedido el 20 de marzo. Hacía 12 años que estaba trabajando en el hospital. Necesito trabajar, tengo una familia que mantener. Tengo dos hijos, uno de ellos discapacitado y tengo que ayudarlo”, reclamó Roberto.
Y agregó: “Fueron muchos años de servicio, me echaron injustamente, estando en curso una carpeta psiquiátrica. Me gustaría retomar el trabajo. Esto me afectó emocionalmente, pero estoy tratando se salir adelante. Necesito volver a trabajar”.