El 30 de agosto es el día de Santa Rosa de Lima, y, según el dicho popular, alrededor de esta fecha ocurre una tormenta intensa. Pero ese “alrededor” puede ser hasta 15 días antes o después de esa fecha, por lo que cualquier tormenta entre agosto y septiembre podría ser “la de Santa Rosa”.
Siguiendo a la Organización Meteorológica Mundial (OMM), para que haya tormenta tiene que haber actividad eléctrica. Una lluvia sin la presencia de descargas bruscas de electricidad atmosférica acompañadas por un resplandor (relámpago) y un ruido (trueno), no clasifica como tormenta.
En algunas zonas como la Patagonia o el Noroeste Argentino (NOA) casi no hay tormentas en esta época, pero la proximidad de la primavera genera las condiciones propicias para el desarrollo de tormentas en el centro y noreste del país.
Sin embargo, aunque popularmente se espera que la tormenta de Santa Rosa sea más fuerte que cualquier otra, no hay evidencia de que esto sea siempre así. Una base de datos de 1906 hasta 2020 del Observatorio Central Buenos Aires, revelan que en los 115 años de registro, en 64 oportunidades (55% de los casos) se produjeron tormentas en esas fechas, aunque no siempre estuvieron asociadas a precipitaciones intensas y/o abundantes.
Por lo tanto, se puede concluir que hay un poco más de la mitad de probabilidades de que exista tormenta pero no abundantes como se podía presuponer.
Este 2021 se espera que un frente frío comience a generar precipitaciones en forma de chaparrones y tormentas, en el norte patagónico y en la provincia de La Pampa. Este sistema se desplazará hacia el este y podrán llegar precipitaciones a Buenos Aires y el sur del litoral.
La provincia de Córdoba no espera tormentas fuertes para el mes de septiembre aunque habrán precipitaciones aisladas.