Un joven, de 18 años, que sufrió heridas de gravedad, ante la caída de un árbol durante el temporal de viento y lluvia que azotó esta tarde a la ciudad bonaerense de Miramar, falleció en momentos en que era operado por el severo traumatismo de cráneo en un hospital de Mar del Plata, informaron voceros médicos.
La víctima, residente en Miramar, se encontraba en cercanías de su domicilio, sobre la calle 66, en barrio Los Pinos, a unas 30 cuadras de la zona céntrica, cuando la rama de un árbol de grandes dimensiones cayó y golpeó en su cabeza, de acuerdo a lo indicado por familiares y vecinos que le brindaron las primeras asistencias ante la emergencia, en momento en que se desataba una intensa precipitación, incluyendo granizo, con vientos cercanos a los 80 kilómetros por hora.
El chico fue llevado de urgencia al Hospital Municipal de Miramar, donde ante el grave estado de salud se decidió su trasladado para ser operado. “En plena intervención quirúrgica de produjo su fallecimiento”, indicaron esta noche fuentes del Hospital Interzonal de Agudos de Mar del Plata.
El fuerte temporal causó daños materiales y el corte de la energía eléctrica en Miramar, afectando a sus pobladores y a cientos de turistas.
Frente al fenómeno climático, el intendente Sebastián Ianantuony conformó un Comité de Emergencia, para coordinar las acciones de asistencia y los trabajos operativos para restituir paulatinamente los servicios afectados.
De esta manera, personal de Defensa civil, Bomberos, áreas de servicios y obras públicas de la Municipalidad de General Alvarado se encuentran a cargo de las tareas, se indicó.
Además, el gobernador bonaerense Axel Kicillof, se comunicó con el intendente Ianantuony y puso a disposición los recursos de la Provincia de Buenos Aires ante la emergencia.
Al mismo tiempo, el temporal también alcanzó,aunque con menor intensidad, a Mar del Plata, donde las intensas lluvias, se anexaron truenos y los turistas debieron abandonar las playas en horas de la tarde.
En Miramar, ubicada 54 kilómetros al sur, el temporal se desató en la tarde, pasadas las 17:30, con fuertes ráfagas de viento y granizo, que causó destrozos en los techos de la terminal de ómnibus, viviendas particulares, la feria de emprendedores ubicada en la plaza central y en los paradores, carpas e instalaciones de distintos balnearios.
Voceros municipales de Miramar confirmaron a Télam que “la carpa de ´Microemprendedores´ ubicada en las intersecciones de las avenidas 26 entre 23 y 24, quedó completamente destruida y la inmensa lona que la cubría posada en la copa de los árboles”.
“Los emprendedores que están todos los días a partir de las 19, no hubo mayores consecuencias, ya que el temporal fue 17.30, sino hubiese sido un desastre”, contaron a la agencia Télam.
Además, se produjeron daños en “la Casa del Bicentenario ubicada en la calle 9 y 50, que sufrió importantes roturas en sus ventanas, techo y mampostería” se informó.
La tradicional cafetería La Chocolatta, ubicada en la Diagonal Fortunato de la Plaza al 1600, “fue destruida, se voló el techo, la mampostería y se rompieron todos los vidrios”, se pudo observar, una vez que pasó el temporal.
En tanto, debido a la voladura del techo de la terminal de ómnibus de Miramar, esta noche los micros de salida y arribos de pasajeros operaban desde las inmediaciones, mientras se efectuaban tareas de reparaciones de urgencia y apuntalamiento de instalaciones ante posibles derrumbes.
“Se levantó el techo y en la zona de espera de los pasajeros, volaron sillas y mesas, mostradores, todo”, señalaron los empleados del lugar a esta agencia.
El intendente, junto a personal de Defensa Civil, Bomberos voluntarios y personal municipal, se encuentran trabajando en las zonas afectadas, luego de la conformación del Comité de Emergencia.
Cuatro dotaciones de bomberos de Mar del Plata se desplazaron hacia Miramar para colaborar ante la situación, que además generó serios inconvenientes en algunos balnearios, donde se volaron carpas, sombrillas y reposeras.
En tanto, en Mar del Plata, la tormenta llegó pasadas las 18:15 y los turistas que estaban en la playa buscaron refugio bajo techo o con sus propias sombrillas, durante una jornada en que la temperatura alcanzó los 29 grado