Se trata de Eduardo Juárez, quien fue condenado por el crimen de Roberto Naselli. El crimen, fue por motivos económicos y ocurrió en 2018 en Tanti.
Según indica La Voz, la discusión judicial estaba en determinar si el homicida había actuado bajo emoción violenta en el marco de una alteración mental; o, si por el contrario, lo había hecho consciente, con premeditación y con toda la intención homicida.
Desde que arrancó el juicio ya se sabía que el principal acusado había dado muerte a su amigo Roberto Eduardo Naselli (35), aplicándole feroces golpes en la cabeza presuntamente con una pala. Y se sabía también, que el cuerpo había sido enterrado en un pozo de un complejo de cabañas en la localidad de Tanti.
Hasta último momento, Eduardo Ezequiel Juárez insistió que había matado a golpes a su amigo Roberto Naselli porque este, supuestamente, había realizado lascivos comentarios sobre una nena familiar del primero.
Con la participación de un jurado popular, la Cámara 8ª del Crimen de Córdoba terminó condenando a Juárez al máximo castigo de la ley argentina. Además de hallarlo culpable del criminis causae, también lo sentenció por hurto.
Fue un fallo dividido, peleado, por mayoría. Resta conocer ahora los fundamentos de los jueces.
El hecho
Según la causa, ese día fatal, Naselli y su amigo Juárez llegaron en dos motos, ambas propiedad del primero, al complejo de cabañas de Juárez padre en la localidad de Tanti.
La justicia estableció que en un predio alejado del complejo, Juárez mató a su amigo a traición con golpes presuntamente efectuados con una pala.
Teniendo en cuenta el aspecto robusto de la víctima, le pidió ayuda a un empleado del predio, Juan Franco Agüero (26). Por el trabajo, le pagó con una de las motos de la víctima.
El pozo fue cavado en la parte trasera del predio de cabañas. Allí fue enterrado Naselli.
De acuerdo al expediente, Gerardo Isaías Alderete (31), otro empleado y allegado al principal acusado, siempre supo de lo sucedido pero se encargó de mentirle a la Policía y a la Justicia. Cada vez que declaró, dio versiones distintas.
Ambos también terminaron condenados por encubrimiento calificado. Recibieron penas de entre 3 y 4 años y quedaron en libertad hasta que el fallo quede firme.
Para la fiscalía, Juárez mató a Naselli para robarle sus motos Honda Tornado 250 y una Yamaha FZ 16, ya que tenía serios problemas económicos. Una de las motos fue usada fue revendida.
Juárez siempre reconoció haber matado a su amigo. Dijo que lo hizo enfurecido por supuestas frases realizadas presuntamente por Naselli hacia la sexualidad de una niña cercana a aquel.
Cuando tuvo que dar su palabra, el homicida pidió perdón a los padres de la víctima.
El defensor Hairabedian dio batalla en el juicio para demostrar que su cliente tenía padecimientos psiquiátricos y que actuó bajo emoción violenta. La intención era una pena atenuada.
Cómo descubrieron al asesino
Todo se descubrió por la denuncia de la madre de Naselli, cuando su hijo no volvía a su casa e hizo la denuncia.
La Voz explicó que la investigación arrancó con distintas hipótesis: desde un accidente en moto hasta una partida voluntaria, pasando por un crimen y hasta una venganza narco.
La madre de Naselli le dijo a la Policía, que un amigo de su hijo, la llamó y le había dicho que “su hijo era narco”. Los investigadores le preguntaron “¿Y quién es ese tipo que le dice que su hijo es narco?”.
La madre, respondió “Un tal Eduardo Juárez. Este es su número de teléfono. Es su amigo. Tiene unas cabañas en Tanti”. Así fue que los detectives comenzaron a investigarlo y llegaron al asesino.
Fuente La Voz