Al menos 52 combatientes leales al presidente sirio, Bashar Al Assad, entre ellos milicianos de Hezbollah, murieron este lunes en ataques de aviones no identificados en la frontera de Siria con Irak, en un ataque que Damasco le adjudicó a la coalición internacional liderada por Estados Unidos.

La primera información sobre los bombardeos fue difundida por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG afín a la oposición siria, que reportó que los ataques se produjeron poco antes de la medianoche en la zona de Al Bukamal, en el este del país, en la carretera que une la capital libanesa, Beirut, y la iraní, Teherán.

La ong detalló que 16 de las víctimas mortales son de nacionalidad siria y el resto miembros de la organización Hezbollah, aunque se desconoce si estos últimos son libaneses o iraquíes.

El Observatorio también advirtió que el número de muertos podría aumentar porque hay muchos desaparecidos y heridos de gravedad.