Este fin de semana se presentará el libro El aguante de Juan Ávila en Villa Carlos Paz con entrada libre y gratuita. La cita es este viernes 1 de noviembre a las 19,30 hs en el Salón Rizzuto (Av. Cárcano 75).
“Allí estaremos con Cesar Luis Correa, quien será el moderador de una charla sobre la literatura argentina desde el otro lado del alambrado. Además, nos acompañará Germán Tealdo Alizieri quien compartirá su arte a través de una guitarra y muchos otros seres queribles”, anunció el autor.
El aguante es una novela que integra la colección Narrativa Encendida, dedicada a óperas primas de Borde Perdido Editora.
Barrabravas y narcotráfico
Narra la historia de Beto, un pibe de barrio que se involucra en la barrabrava del club Villa Roca y termina inmerso en un conflicto entre las facciones que se disputan el liderazgo. Acusado de traición, la novela describe una persecución vertiginosa que lo llevará a la desesperación.
Junto a La Torre Gálvez, leyenda del club de presencia fantasmagórica, Beto intentará reconfigurar la realidad que se cae a pedazos sobre sus propios sueños, pisoteando los fragmentos de una experiencia que va de la supervivencia al éxtasis, del abandono a la emoción, en una línea siempre disuelta que termina en el punto penal.
Con el ritmo delirante de una final que definirá el Ascenso y una crisis social a punto de estallar, la vida en el barrio se vuelve un azar. El relato va hacia el pasado en busca de la amistad y también de la violencia, donde germina la anécdota como mito fundacional y el discurso como un mecanismo para construir la identidad siempre en disputa del barrio, sus vecinos e hinchas, y el de sus eternos rivales.
Los diversos personajes marginales resignifican la historia de manera polifónica, exhibiendo sus más profundos anhelos, pero también sus mezquindades y miserias. Es así que el narcotráfico, la represión policial y los negociados del club construyen una ciudad tan ficcional como propiamente argentina, cuyas calles se entrecruzan en el campo de juego segmentándolo en pequeños laberintos.
De esta manera, El aguante incita al lector a treparse al para-avalanchas y gritar, alentar hasta perder la voz, bancar los trapos y agitar, para que de una vez por todas alguien escuche.
Mucho más que un equipo
En relación a la obra, Cesar Luis Correa manifestó: “El aguante no es una novela de fútbol. No hay barriletes cósmicos, ni de próceres de la gambeta ni infancias nostálgicas bajo el sol de la siesta. El aguante se juega del otro lado de la línea de cal: en las tribunas, en las oficinas, en los burdeles, en la comisaria, en el barrio, entre los rancheríos de la villa. Una novela del fútbol de lo real, en el que se juega el pan, el techo o un abrazo.
Y continuó: “Así, con el pie firme y la seguridad de un central experimentado, el relato nos ofrece una historia extraordinaria que oscila entre las barrabravas y las mafias del barrio, la corrupción policial y los negociados con la política. En esa cancha donde la pelota sí se mancha, la esperanza de un futuro mejor deja en claro que el fútbol no es solo un grupo de tipos corriendo detrás de una pelota”.