Una red criminal internacional que operaba en Europa y América Latina, especializada en el robo de celulares de alta gama y la suplantación de identidad, fue desarticulada tras dos años de investigación. La operación, denominada “KAERB – Quiebre”, dejó al descubierto una organización que combinaba delitos materiales y cibernéticos, afectando a más de 483.000 personas, de las cuales unas 29.000 son de Argentina.

La banda robaba teléfonos móviles y, mediante técnicas de phishing, accedía a las credenciales y datos personales de las víctimas, usurpando su identidad digital. Posteriormente, realizaban fraudes y extorsiones, apoderándose de cuentas bancarias y otras plataformas digitales. La operación, que contó con la colaboración de Gendarmería Nacional, la Policía Federal Argentina, y fuerzas de seguridad de España, Colombia, Chile, Ecuador y Perú, culminó con la detención de 17 personas y el secuestro de 921 dispositivos tecnológicos.

Entre los detenidos, se destaca un argentino residente en Rosario, señalado como el administrador de la plataforma digital utilizada para el delito. El hombre, con antecedentes por violaciones al sistema informático, operaba desde Santa Fe y coordinaba el desbloqueo de los dispositivos robados. El operativo también logró incautar una gran cantidad de celulares, computadoras y dinero en efectivo, además de criptoactivos y drogas sintéticas.