Las primeras horas posteriores al trágico accidente en que perdieron la vida el piloto Lucas Parma de 27 años, oriundo de Carlos Paz y el aprendiz Agustín Joursín de 20 años, serán de pruebas, mediciones y obtención de datos en el lugar.
Según manifestaron los técnicos de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (Jiaac) que llegaron al lugar, los resultados de las pericias y las conclusiones sobre el accidente estarán listas recién dentro de unos meses.
Sin embargo, algunos pilotos experimentados que llegaron hasta el lugar arriesgaron algun hipótesis. Según su análisis preliminar, el hecho de que la hélice haya quedado intacta, es signo de que no se encontraba girando cuando la avioneta impactó el piso. “Si hubiese venido funcionando se despedaza con su propia fuerza contra el piso”, señalaron.
En este sentido, la conclusión inicial es que se haya clavado el motor.
Según relataron los testigos, el avión Cessna C150 cayó “girando en tirabuzón”, e impactó fuertemente contra el piso. Las condiciones en que cayó la avioneta, girando, habrían dificultado también la posibilidad de que los ocupantes abandonaran la aeronave con paracaídas como ocurrió en otro caso similar hace más de un año en ese mismo sector, con una aeronave similar.
El 19 de octubre de 2017 una aeronave militar, con dos ocupantes sufrió un desperfecto y se estrelló en una granja, en Lozada, cerca de la zona donde ayer se desplomó la Cessna C150. En este caso, las dos personas que iban en la aeronave salvaron sus vidas luego de saltaren paracaídas justo antes de que esta se estrellara contra el suelo.
La fuerza del impacto se hizo palpable con el estado en que quedó la camioneta. Una de las ruedas estaba a unos 150 metros de la aeronave. El resto de las piezas quedó en un radio de unos 20 metros.
Piloto de Carlos Paz falleció al caer la avioneta que volaba