La iniciativa es impulsada por Proyecto Matteo y está en pleno proceso de conformación. El sueño de la organización es que a la escuela puedan concurrir personas de todas las edades.
El Proyecto Matteo surgió hace aproximadamente cuatro años en la escuela Dante Alighieri de Villa Carlos Paz y su nombre es en honor al alumno Matteo Ravagli Cáceres, que era parte de la iniciativa y falleció en el 2017 a raíz de un accidente.
Matteo es un proyecto educativo y científico de monitoreo automático del tiempo en escuelas y organismos, y a lo largo de su desarrollo, se fueron sumando escuelas. Matteo permite que los estudiantes realicen prácticas científicas (mediciones) a través de estaciones y pluviómetros de bajo costo, que aportan datos climáticos de gran utilidad.
Las estaciones miden precipitaciones, humedad, temperatura del aire, presión, dirección y velocidad del viento y tras la última nevada que se dio en Carlos Paz y la zona, también hicieron un registro de ese fenómeno.
El proyecto busca involucrar a los ciudadanos a la ciencia, y es por ese motivo que surge la idea de conformar una escuela pública. “Queremos acerca la ciencia a los futuros científicos, para que se motiven”, subrayó el doctor en ingeniería civil y ambiental e impulsor de Matteo, Marcelo García, quien destacó que al igual que existen Escuelas de diversas disciplinas en la ciudad, quieren crear la de Ciencias.
Por ese motivo, dijo que le acercaron la propuesta al municipio “para comenzar a trabajarla. Arrancamos en la escuela Dante, donde iba Matteo, pero la idea es hacerlo extensivo a toda la ciudad”.
Fundamentó la idea de la conformación de lo que será la primera Escuela pública de Ciencias, y dijo que es fundamental que se pueda lograr, ya que los problemas “serios de una ciudad se van a resolver con ciencia y tecnología, como la problemática del lago, los incendios, entre tantos otros”.
Y en ese sentido, expresó: “Qué mejor que formar a nuestros futuros científicos para que lo resuelvan”.
La idea es que sea “pública, y va a intervenir el municipio, la Universidad y también otras instituciones educativas que van a facilitar las instalaciones. Actualmente estamos trabajando en la propuesta y esperamos tener resultados para cuando vuelva la actividad en el segundo cuatrimestre”.
El sueño del profesional es que a la Escuela asistan personas de todas las edades. “Siempre se habla de importancia de los adultos mayores en los estudios científicos por la experiencia que tienen y su dedicación, y aunque tratamos de abarcar a los más chicos para que estudien, también queremos llegar a ellos”.
Se preguntó “qué edad hay para ser científico, y la respuesta es que no hay. Ojalá que podamos hacerlo, así como hay danza para todas las edades, nosotros esperamos hacer lo mismo, pero para la ciencia”.