Padres, docentes y alumnos realizaron un acto de inicio de clases de manera simbólica. Según aclararon profesores, los galpones provisorios donde debería funcionar el colegio, no están terminados y no saben en cuánto tiempo estarán listos
Este lunes, parte de la comunidad educativa del IPEM 190 Carande Carro, dieron inicio al ciclo escolar realizando un acto simbólico en los jardines municipales, ya que el colegio no cuenta con un espacio físico donde funcionar.
La intención de los alumnos, profesores y padres, fue seguir visibilizando la problemática que viene desde hace un largo tiempo.
Las profesoras Carolina y Eugenia, destacaron que es el segundo año consecutivo “que estamos sin edificio” y que hacen los actos de inicio escolar en la vía pública.
“Los galpones provisorios no están listos, y el edificio madre se está construyendo pero a un paso muy lento”, comentaron. Y agregaron que están en la “misma situación del año pasado, no tenemos un lugar donde comenzar las clases”.
Según detallaron las docentes, en marzo debían entregarles la primera parte del edificio que se está construyendo, y “está con demora. En marzo del 2022 la escuela tiene que estar terminada”.
Dijeron que los galpones “están en obra”, pero desde el Gobierno “se habían comprometido que íbamos a tener el espacio habilitado para el inicio del ciclo lectivo”.
Actualmente, están inscribiendo a sus estudiantes en la sede de la Cooperativa Integral, en calle Paraguay. “Es algo que no corresponde, nos prometieron que íbamos a tener una escuela de campaña donde transitar el ciclo, y no pasó. Lamentablemente otra vez tenemos que estar en la calle, en vez de estar planificando lo que podríamos hacer durante el año, tenemos que estar reclamando algo que corresponde por derecho”.
Para las profesoras del Carande Carro, la virtualidad trae dificultades difíciles de solucionar. “Tenemos una población estudiantil con gran vulnerabilidad, sin acceso a Internet, y el año pasado se hizo muy cuesta arriba. Utilizamos muchísimos métodos para atraer a los alumnos y llegar y no pudimos”, señalaron.
Con gran preocupación, subrayaron que hay incertidumbre de cómo van a llegar a los estudiantes bajo la modalidad virtual. “No sabemos más qué inventar, no tenemos recursos, ni internet, ni celulares. Están todos los derechos vulnerados”.
Por último, dijeron que la situación es “muy desgastante”. En reiteradas ocasiones, “los docentes debimos sacar plata de nuestro bolsillo para hacer cargas virtuales a los chicos, la verdad que no sabemos más como sostener la escuela pública siempre y más con la virtualidad”.