Para conmemorar el Día Mundial contra la Polio y sensibilizar a la población, se iluminan los principales edificios de las ciudades. Por pedido del Rotary, en Carlos Paz, estará el municipio y también lucirá de rojo la Avenida San Martín.
Desde el 23 al 28 de octubre, se va a iluminar de rojo la Avenida San Martín y el Palacio municipal de Carlos Paz, en adhesión a la lucha que lleva Rotary Internacional desde hace tantos años para erradicar la poliomielitis.
Cada 24 de octubre se recuerda una enfermedad que asoló al mundo desde 1930 y que todavía existe. La fecha fue elegida por el Rotary International para recordar el nacimiento de Jonas Salk, quien dirigió el primer equipo para desarrollar una vacuna contra la poliomielitis.
La médica e integrante del Rotary de Carlos Paz, Silvia López Granja, explicó que el Rotary Internacional conmemora el programa que tiene más de 35 años y que logró erradicar “un 99 por ciento la poliomielitis del mundo”.
En ese marco, los rotarios de Carlos Paz, también se hacen eco y visibilizan la fecha.
Actualmente, según explicó la médica, en solo dos países del mundo, una zona de Afganistán y otra de Pakistán, todavía “tienen como endemia a la poliomielitis”.
La mujer explicó que se trata de una enfermedad “muy grave, infecciosa, que se trasmite a través de los alimentos contaminados, del agua y de personas en contacto y que ataca preferentemente a los niños”.
Según detalló la integrante del Rotary, se trata de “una infección virósica que afecta la médula espinal y de allí se da la parálisis de músculos respiratorios, de la movilidad, de manera que es muy seria porque suele terminar con la muerte”.
Y agregó que el Programa para erradicar la enfermedad la impulsó “el médico e integrante del Rotary, Carlos Canseco en 1985, quien notó el daño que se producía en la infancia. Fue bien aceptado por otras organizaciones y se logró erradicarla casi por completo”.
La primera vacuna contra la polio, preparada por Jonas Salk, se comercializó en 1955. Albert Sabin estaba en aquel entonces involucrado en la elaboración de una vacuna oral. Muy poco tiempo después de la comercialización de la vacuna inyectable de Jonas Salk, el equipo que dirigía Sabin en la Universidad de Cincinnati, consiguió la formulación de una vacuna oral contra la polio.
Lo de Sabin “facilitó mucho todo, porque se podía hacer de manera masiva y ahí se logró avanzar sobre la enfermedad”.
Hoy la vacuna Sabin oral, que lleva el nombre en honor a su creador, forma parte del calendario anual de vacunación.