La pandemia continúa, los casos están en una curva ascendente en el país y en Sudamérica ya se instaló la segunda ola. Nada de eso parece percibirse en Villa Carlos Paz, el destino elegido por muchos cordobeses de la Capital y el Gran Córdoba para pasar el primer día del año.
Un pequeño paseo por el balneario Playas de Oro sirvió este viernes para observar que no hubo protocolos, ni barbijos, ni distanciamiento que pueda apreciarse.
El espíritu festivo del Año Nuevo estuvo presente, sí, y marcó a su vez la ausencia de cualquier medida de bioseguridad, de las burbujas sociales cuya aplicación se había adelantado.
Los asadores ya no están, pero la gente llegó en colectivo, en auto o en moto, y se agolpó en la zona de las mesas ocupando también algún lugar en la playa.
Toda la costanera oeste del río San Antonio a su paso por Carlos Paz se vio repleta de vehículos estacionados y de visitantes en las playas y espacios públicos.