A pesar de la tormenta y lluvias, se llevó a cabo el tercer y último día de Lollapalooza Argentina 2025.

Desde temprano, una multitud de jóvenes, en su gran mayoría mujeres, copó los alrededores del Hipódromo de San Isidro. Hubo cambios en la grilla por diferentes inconvenientes que se presentaron pero la noche fue mágica y brilló Olivia Rodrigo, cantante y actriz estadounidense.

Por problemas de salud, Michael Kiwanuka se vio obligado a cancelar su presentación, al igual que la banda irlandesa Fontaines D.C. días antes, cuya ausencia se sintió especialmente, ya que la organización no buscó un reemplazo.

Marie Ulven Ringheim, más conocida como Girl in Red, desafió su estado de salud y subió al escenario con fiebre y la voz casi al límite. Sin embargo, la cantante dejó en claro que eso no le impediría transmitir su mensaje de orgullo lésbico. La respuesta del público superó todas sus expectativas: Marie aseguró que superó ampliamente al de otros países como Chile y Brasil.

Nathy Peluso, dueña de un magnetismo escénico innegable, la argentina radicada en España, incendió el escenario Samsung con su fusión de ritmos latinos y una estética que evocaba a las divas de los ‘90. En su repertorio se pudieron escuchar grandes éxitos como Sana Sana y también canciones de su último disco Grasa, así como el cover de Camilo Sesto, Vivir así es morir de amor.

Benson Boone fue toda una relevación de la noche. El cantante estadounidense de 22 años supo capitalizar su tiempo y al público dándolo todo para dejar una excelente primera impresión en su debut en suelo Argentino. Hizo piruetas en el escenario, lo corrió de punta a punta, hizo despliegue de su talento músical, se tiró al público y se puso una camiseta de Boca.

Finalmente, el momento más esperado fue la presentación de Olivia Rodrigo, quien pisó el escenario con Obsessed y desató la euforia. Vestida con un conjunto rojo, la cantante de 22 años se adueñó del festival con un setlist que repasó sus dos álbumes, SOUR (2021) y GUTS (2023). Con Vampire, bajó los decibeles y emocionó con la pureza de su voz. Drivers License fue coreada a todo pulmón por sus fanáticos desbordados por la alegría de escuchar su primer hit en vivo por primera vez.

Tras ese momento, la organización interrumpió el show por poco más de 10 minutos para poder garantizar la seguridad del público. Este paréntesis ocasionó un poco de malestar general que se disipó cuando el show se reanudó.

Al regresar al escenario, la artista confesó: “Nunca vi tanta gente en mi vida, ustedes cantan muy fuerte”.

La puesta en escena del show de Olivia en Lollapalooza fue espectacular. Contó con cámaras por todos lados, incluso en posición nadir desde el piso; pasarelas y tarimas; y bailarinas de otro nivel.

Cuando cantó Deja Vu, Olivia fue elevada sobre una tarima, generando una imagen imponente y poderosa. Luego, encendió el escenario con Brutal y All-American Bitch, exudando confianza y rebeldía, escoltada por su banda integrada exclusivamente por mujeres.

 

 

Fuente: La Voz del Interior.