La madrugada del sábado 21 de junio, a Hugo, vecino de Cabalango, le desmantelaron su casa ubicada en calle Las Tolas. Forzaron y rompieron una pequeña ventana de la vivienda y terminaron haciendo un boquete en la pared, por donde entraron para llevarse de allí, todo lo que pudieron.
“No era la primera vez que pasaba, ya me habían robado el cable de la luz, el subterráneo. Una pérdida de dinero enorme. Ahora se llevaron entre otras cosas, televisores, herramientas, mercadería y demás. Todo lo que encontraron, hasta que llegó mi vecina. Antes no se animaban a entrar tanto a las casas, ahora lo hacen y nadie detiene a los ladrones. La Policía tampoco hace nada”, aseguró resignado, Hugo Quinteros dueño de la vivienda desmantelada por los delincuentes, en diálogo con Carlos Paz Vivo!
Contó que la situación del barrio de esa localidad en las inmediaciones de calle Las Tolas es desesperante. “Los delincuentes entran a robar como por su casa. Sucede ya desde hace mucho tiempo y la gente ya no sabe qué hacer. Se pidió a todo el mundo que accione, que haga algo y sigue sin pasar nada. La gente que dejaba sus casas para ir a trabajar ahora tratan de estar siempre acá porque los robos son durante la noche”, manifestó el vecino con una mezcla de desánimo e indignación.
Sin control por parte de las autoridades
Quinteros comentó que tanto su casa como otros terrenos y viviendas del lugar, están a metros del arroyo que pasa por allí. El lugar natural cuenta con un sector público descampado que no tiene luces y donde “nadie controla absolutamente nada”, muy propicio para la actividad delictiva.
Asimismo, Hugo alertó: “Antes robaban cables, bombas de pileta, ahora roban aires acondicionados con todo, no les falta nada, entre otras cosas”.
Vulneraron todo el sistema de seguridad
Marina es otra de la víctimas de robo, cuya casa de vacaciones está ubicada también en calle Las Tolas.
“Entraron a mi casa en Cabalango que tiene rejas, la semana pasada. Además, la vivienda tiene alarma con batería y luces con sensores de movimiento, luces que cargan con el sol. Está muy bien iluminada. Diez días antes de que me robaran, un vecino advirtió por WhatsApp, en el grupo de seguridad del pueblo, que sentía que estaban reventando una puerta”, relató la mujer a este medio.
Y continuó: “La policía no encontró nada, pero ese día del aviso, los ladrones cortaron la luz de mi casa desde el pilar para que la alarma se descargara, y a su vez fueron aflojando las rejas y todo. El aire acondicionado de mi casa estaba para el frente, estaba asegurado con unas rejas y una jaula, todo para evitar que lo robaran. La cuestión es que diez días entraron, previo a esa preparación”.
Además, Marina destacó en coincidencia con su vecino, Hugo: “Digamos los robos que se están sucediendo en Cabalango en este momento son en la calle Las Tolas, que es la que da al arroyo Las salinas”.
Luego, añadió respecto a las características de la zona: “Del otro lado del arroyo, si uno cruza los terrenos se va para el lado de Estancia Vieja y Tanti. Bueno, lo que creemos es que los ladrones entraron desde el arroyo. Desde ahí ingresaron, arrancaron las rejas, fueron directamente al aire acondicionado y después se llevaron garrafa de gas, una notebook y hasta productos de almacén. Se llevaron todo”.
La mujer sostiene que tuvieron todo el tiempo del mundo para robar, sin temer que alguien pudiera descubrirlos. “Estuvieron mucho tiempo, hasta se llevaron un papel higiénico. La cuestión es que por la tarde, después de muchos ruidos y revuelo en el pueblo, aparecieron algunas cosas tiradas en el terreno del otro lado del arroyo, o sea, para el lado de Tanti. Lo que no quedó tirado es ni el aire acondicionado, ni el control remoto, ni el tubo de gas, ni la garrafa”, detalló Marina.
Según las declaraciones de otros vecinos de la calle Las Tolas y zona aledaña (que se sumaron a la protesta aunque no prestaron testimonio particular para esta nota), el reclamo general es que “los robos son frecuentes y se llevan todas las pertenencias, reventando paredes y sacando los equipos de aire acondicionado, tras dejar vulnerables los sistemas de seguridad de las casas”.