La Unión de Trabajadores de la Salud (UTS), se declaró en “estado de alerta” y convocó a plenario de delegados para decidir medidas de fuerza en función de que denuncian una grave situación en los hospitales públicos provinciales.

En ese sentido, volvieron a poner en el eje del debate al Hospital regional Domingo Funes de Santa María de Punilla, en el Valle de Punilla, como ejemplo por “el vaciamiento de la Salud Pública” en Córdoba.

Según informaron en un comunicado, “el servicio de Gineco-obstetricia, que actualmente responde a la demanda de múltiples municipios del valle de Punilla, con capacidad resolutiva de baja y alto riesgo, así como servicio de cirugía ginecológica, entre otras actividades pertinentes, corre el riesgo de sufrir un abrupto desmantelamiento”, publicó La Nueva Mañana.

En un escrito dado a conocer en las últimas horas, señalaron que se decidió reestructurar el espacio físico del servicio y el cambio “se debe a la falta de personal de enfermería”.

“De esto surgen diversos inconvenientes, tales como: la lejanía del quirófano en casos de urgencias, teniendo en cuenta lo obsoleto y muy mal estado de los ascensores. Semanas atrás una paciente dio a luz en el ascensor por culpa de su mal funcionamiento”.

Además, señalan que la remodelación también generará desorganización en la circulación de pacientes, reducción de camas de internación, aparte de apuntar contra la falta de nombramiento de nuevo personal.

Sumado a esto, dieron a conocer el caso de una mujer que denunció a través de Facebook que el 10 de enero llevó a su compañero con un principio de ACV al Funes y fueron informados sobre la falta de tomógrafo. “El único hospital de alta complejidad de todo el valle no tiene un tomógrafo para poder diagnosticar en el momento a quien, por ejemplo en este caso, llega en estado de coma”, precisó Susana Ríos en su red social.