El edificio del IPEM 190 Carande Carro de Villa Carlos Paz hace 5 años se encuentra en construcción. A pesar de los reclamos de los alumnos, docentes, y dirigentes que se sumaron a la causa a lo largo del lustro, el edificio nuevo sólo avanzó un 30%.
A raiz de la demora, la Provincia decidió rescindir el contrato de la empresa Construcciones Espacio-Servicio SRL, para buscar una nueva firma que finalice la obra en la escuela.
No obstante, desde el Ministerio de Educación de Córdoba expresaron que ya hay una empresa contratada y desde el 24 de julio se pondrá en marcha el plan para culminar con lo que resta del edificio.
“Para este año, tiene que estar la escuela terminada”, expresó José Peralta, subdirector de Infraestructura del Ministerio de Educación provincial, tras asegurar que ya hay una nueva empresa constructora contratada por parte del Gobierno, en diálogo con Perfil Córdoba.
Desde la mirada de algunos alumnos, estudiar allí se convirtió en una lucha firme, que lejos que amedrentarlos, los fortaleció para continuar juntos para lograr el objetivo del edifici.
Eso más allá de que muchos egresan este año y quizás no la vayan a transitar como una institución lo suficientemente digna desde el punto de vista estructural.
La lucha cargada en los hombros
“Yo estoy en sexto año. Desde que entré al colegio en primer año, en el 2018, estoy con esta lucha cargada en mis hombros. La verdad, mi expectativa es que mi hermano pueda terminar su secundaria con el colegio completo, y que el resto de los chicos tengan la posibilidad de estudiar en la mejor faceta del Carande Carro”, le dijo a Carlos Paz Vivo Azul Albornoz, del centro de estudiantes.
“Es muy difícil ver cómo la gente catalogó este colegio como uno de los más problemáticos de nuestra ciudad, sin saber que muchas de las familias que pasan por este colegio lo siguen eligiendo año tras año para formar esos futuros protagonistas de nuestro presente”, acotó.
Testimonio de lo vivido
Azul relató lo que significaron para ella todos estos años de protesta en la Carande, en el medio de su propio proceso educativo.
“Fue muy difícil transcurrir el secundario en un colegio que se caía a pedazos frente nuestros ojos. Fue muy conflictivo también porque uno no puede creer que estudiantes tengan que luchar por una educación digna, por un edificio digno”, enfatizó.
En relación a los aspectos en los que impactó la situación edilicia del Carande, detalló: “Creo que afectó nuestra formación educativa por estos motivos: el techo se caía, (en el galpón) nos molestaba sentir cómo daban clases en el curso que estaba al lado nuestro, se nos inundaba el curso con líquidos cloacales que salían del conteiner del baño de las mujeres, en el edificio viejo se inundaba cada vez que llovía”.
Y sostuvo: “Puedo decir que esta realidad que tuvimos que vivir fue muy triste porque muchos se conformaron con muy poco y otros se acostumbraron a esta realidad, y lamento decir que esto no es el Carande Carro que yo quiero ver”.
Para Azul, se nota el cansancio de tantos años de lucha, pero insiste en no claudicar.
“El centro de estudiantes fue cambiando a medida que fue pasando el tiempo, hubo años que el centro se movía muchísimo por el colegio y otros (como este año), que no hace absolutamente nada”, expresó la joven con pesar, más allá de formar parte del mismo.
Y sumó: “Yo puedo decir que como estudiante de nuestra institución pienso promover nuevamente el sentimiento a la lucha por un edificio y una educación dignos. A esta lucha no la promueve el centro de estudiantes, directamente la debe promover toda esta comunidad educativa”.
Consultada por los motivos de la demora en la construcción del edificio, según la perspectiva del Centro de Estudiantes, la joven aseguró: “Se trató de un robo descarado. Hace un año una madre vio cómo los albañiles vendían los materiales. La empresa a la que contrataron y no cumplió con la obra, que cobró y compró materiales, trabajó durante un tiempo y abandonaron la obra”.
“ Se dio de baja a esa empresa por incumplimiento y en la segunda licitación, y la volvieron a contratar repitiendo nuevamente todo lo anterior y a eso, sumale el robo por vender los materiales”, denunció.
Más de 500 alumnos y muchas promesas
Desde 2016 se atravesaron diferentes etapas en la construcción del edificio de la Carande Carro, ninguna con éxito. Todo eso más allá de las movilizaciones, protestas y pedidos de toda la comunidad educativa.
Más de 500 alumnos padecen esta situación edilicia que incide en su proceso educativo con consecuencias desfavorables desde hace más de un lustro.
El año pasado la Legislatura de Córdoba declaró la “Emergencia de la infraestructura de los establecimientos educativos de gestión estatal de la provincia, hasta el 31 de diciembre de 2023” para crear un fondo especial que permita asumir la construcción de obras de instituciones escolares.
El Ipem Carande Carro, mientras tanto, tiene una nueva promesa: que a fines de este año el edificio este terminado de una vez .
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