Después de más de dos semanas de intensos incendios forestales que arrasaron miles de hectáreas en las sierras de Córdoba, este domingo los bomberos lograron controlar todos los focos activos, brindando un respiro a la región. Las lluvias que comenzaron en la madrugada de este lunes ayudarán a enfriar el terreno y evitar posibles reinicios.
El vocero de la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático, Roberto Schreiner, confirmó que desde las 19:30 del domingo ya no hay incendios forestales activos en la provincia, pero advirtió que los perímetros de los focos más importantes en Berrotarán, San José de la Dormida, y Quebrada La Mermela se encuentran bajo guardia de cenizas.
Los últimos tres focos:
Durante la jornada del sábado, alrededor de 130 bomberos trabajaron en la contención del fuego en Berrotarán, con el apoyo de varios cuarteles y aviones hidrantes. En San José de la Dormida, se desplegaron cerca de 100 brigadistas que, junto a bomberos y personal del ETAC, lograron controlar el incendio. También se mantuvo un importante despliegue en la Quebrada La Mermela, donde participaron brigadistas de Parques Nacionales y bomberos voluntarios, con el apoyo de aviones del Plan Nacional de Manejo del Fuego.
Daños significativos: más de 80.000 hectáreas afectadas
En los últimos dos meses, el fuego ha devastado grandes áreas de Córdoba. Los incendios consumieron más de 82.950 hectáreas, siendo Corral de Piedras la región más afectada con 45.200 hectáreas quemadas. Otras áreas gravemente dañadas incluyen El Durazno (10.500 hectáreas), La Mermela (8.500 hectáreas), y Berrotarán con 4.000 hectáreas.
Lluvias traen alivio
Tras la prolongada sequía que afectó gravemente a la provincia, las lluvias representan una oportunidad de alivio. Aunque los bomberos lograron controlar los focos, las condiciones meteorológicas adversas, con suelo caliente y vientos fuertes, podían generar nuevos brotes de fuego. Las lluvias pronosticadas hasta el miércoles ayudarán a enfriar el terreno y reducir el riesgo.