Este pasado domingo, un brillante resplandor verde y azul rasgó el cielo sobre la península Ibérica, dejando impresionados a quienes lo vieron y colmando de videos las redes sociales.
El fenómeno, que solo duró cinco segundos, fue visible en varias comunidades autónomas de España, así como en Lisboa y el norte de Portugal. Minutos después de la medianoche, los testigos del evento aseguraron que el cielo nocturno se iluminó como si fuera de día.
Aunque inicialmente se pensó que se trataba de un meteorito, la Oficina de Defensa Planetaria de la Agencia Espacial Europea (ESA) aclaró que en realidad fue un bólido. }
Este objeto celeste atravesó el cielo a una impresionante velocidad de 162.000 kilómetros por hora y terminó ardiendo a 60 kilómetros de altura sobre el océano Atlántico. Según los expertos, era un pequeño fragmento de cometa que se desintegró al entrar en la atmósfera terrestre a una altura relativamente baja.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) explicó que el bólido comenzó a ser visible a una altitud de aproximadamente 122 kilómetros en Badajoz. Luego, avanzó en dirección noroeste hacia Portugal, desapareciendo más allá de la península Ibérica, sobre el océano Atlántico. El recorrido total del bólido fue de 500 kilómetros antes de su extinción.
La diferencia clave entre este bólido y un meteorito radica en que un meteorito es un meteoroide que logra llegar a la superficie de un planeta sin desintegrarse por completo en la atmósfera. En contraste, el fragmento de cometa que produjo este espectáculo se desintegró antes de tocar la superficie terrestre, quedando clasificado como un superbólido. Este tipo de fenómeno es capaz de iluminar el horizonte y dejar una estela luminosa que persiste en el firmamento por unos segundos, diferenciándose también de una estrella fugaz, que es mucho más breve y menos intensa.