Este 10 de enero Nicolás Maduro asumió formalmente juramento como presidente de Venezuela para su tercer mandato, en una ceremonia que se desarrolló en el Palacio de Miraflores, Caracas. 

La asunción se produce en un contexto marcado por las divisiones políticas internas, una crisis económica profunda y una creciente presión internacional que cuestiona la legislación.

La ceremonia y el discurso de Maduro

En la ceremonia, Maduro renovó su compromiso de liderar el país durante el período 2025-2031. Acompañado de altos funcionarios del gobierno y de aliados internacionales, el presidente venezolano reafirmó su postura de resistencia ante lo que considera un bloqueo internacional dirigido a socavar la soberanía de Venezuela. A lo largo de su discurso, Maduro destacó los logros de su gobierno en áreas como la lucha contra la corrupción y la promoción de la “paz” en medio de las dificultades económicas y sociales. Asimismo, reiteró su compromiso con la “revolución bolivariana”, un legado del fallecido Hugo Chávez, y pidió unidad nacional para enfrentar los desafíos.

Reacciones internacionales

La comunidad internacional también ha reaccionado ante la toma de posesión de Maduro. Mientras que algunos países, principalmente aliados ideológicos como Rusia, China y algunos miembros del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), han expresado su apoyo al presidente venezolano, la mayoría de las naciones occidentales no han reconocido la legitimidad de su mandato. . Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos han manifestado su rechazo y continúan aplicando sanciones económicas.