Nicolás Cabré fue el primero en debutar en la temporada de Carlos Paz. Con su obra El Quilombero, el actor quiere pasar una temporada “tranquila”, con trabajo y descanso, y disfrutar a su hija en el verano de las sierras.
¿Cómo te sentís en el inicio de este verano en las sierras con esta propuesta teatral?
Venimos con El Quilombero y estoy feliz, tranquilo, sabemos como funciona la obra, como funciona en la gente. Y estamos tranquilos de saber que la gente va a apostar en nosotros y va a gastar esos pesos que hoy son tan difíciles de gastar en la entrada. Tenemos la tranquilidad de que se van a sentir respetados, que van a ver una gran obra, que esta exactamente como se hizo en Buenos Aires, no hay un tornillo de menos, desde adelante hasta atrás estamos todos los mismos, estoy tranquilo y con muchas expectativas de que vamos a pasar un lindo verano todos.
Es una obra que te ha dado muchas satisfacciones…
La voy a recordar siempre, tuve la posibilidad que te da la profesión de conocer gente maravillosa, la verdad que vivimos un año maravilloso y yo sentía cuando lo hablamos, cuando tuvimos que parar por la rodilla, y yo sentía de verdad y tenía la necesidad de que la obra merecía terminar en Carlos Paz. Tenía que sacarme la duda de lo que es, me parece que es una obra para Carlos Paz por eso estoy contento y tranquilo de venir acá y venimos a pasarla bien. No intentamos ser el chico del verano, no me importa nada mas que pasarla bien y hacer la obra y que la gente se ria y volver a mi casa.
¿Cómo te ha tratado Córdoba en tu historia como actor?
Yo tengo mucha alegría porque siempre recuerdo mis momentos más cercanos con el interior y la gente de Córdoba que son las giras y siempre la he pasado maravillosamente bien y siempre me han recibido bien y estar acá es un poco divertirme. Hoy fui a una estación de servicio y me contaron 20 chistes y eso está buenísimo, es espectacular, es una cosa impresionante y la verdad que yo estoy feliz. La gente es mas afectuosa, es mas dada, te ayuda más.
Y se viene el desafío de hacer Sugar, el año que viene…
Es una oportunidad, una experiencia nueva con gente que aprendí a querer mucho, que es fundamental en la decisión. Seguir estando con Gustavo (Yankelevich), que esté Arturo (Puig), las chicas vestuaristas, para mí es una alegría, hacer teatro a mí me permite tener mi tiempo y priorizar lo que mas quiero en la vida que es mi hija, que es el 70% detrás de El quilombero. Entonces para mí es una alegría, un gran proyecto, de que esté Susana Giménez en el medio de todo esto también lo hace mas importante. Volver a trabajar con Gri, con Federico, la vamos a pasar bien, yo estoy muy tranquilo y feliz.