Máximo Albarracín (2), el niño que se transformó en el emblema de la lucha por la ley de electrodependientes en Córdoba, murió este domingo en Villa Carlos Paz después de atravesar compleja enfermedad.
La lucha de sus padres, Flavio y Nora Perelló, fue crucial en la sanción de la ley que le otorgó la electricidad gratuita y la asistencia con generadores a los electrodependientes de Córdoba, en 2017, en adhesión a la ley nacional.
Máximo nació con onfalocele, una enfermedad que se da en uno de cada 10 mil niños, que se produce por una hernia diagragmática e hipertensión pulmonar (la estadística dice se da en uno de cada un millón de pacientes). Esta última enfermedad es la que obligaba a mantenerlo con respiración asistida permanente.
El 24 de diciembre de 2017, Torito entró en crisis en su casa en Villa Parque Síquiman y tuvo que ser derivado de urgencia al hospital privado. La ambulancia que lo trasladaba se quedó sin oxígeno y Máximo llegó casi sin signos vitales al nosocomio. Allí fue reanimado pero quedó en coma. Sin embargo, siguió resistiendo.
Este domingo, su fallecimiento llenó de tristeza a todos los que conocieron su lucha.
Sus restos serán velados en la sala velatoria de Casa Brandalise, en San Martín equina Eduardo Wilde, a partir de las 15 horas.
Sus padres escribieron: “Máximo, nuestro Torito, se puso sus alitas y voló a los brazos de Dios. Ya juega junto a sus abuelitos. Fue al encuentro de sus amiguitos que han sido tan guerreros como él y con los que compartió su lucha. Gracias a todos los que, junto a nosotros, lo acompañaron en su camino y le hicieron sentir su inmenso amor a nuestro Ser de Luz. Máximo ya es eterno y un pedacito de él está con todos nosotros. Así es para siempre. QEPD Torito, hijito de nuestra alma. Te amamos con toda la fuerza de nuestro corazón”.