Roberto era parte del paisaje de la Terminal de Ómnibus de Carlos Paz. Un hombre servicial, callado y con una sonrisa siempre para dar.
Desde hace muchos años, Roberto preparaba termos de café y pasaba por la panadería antes de empezar su recorrida.
Un vasito de café, con o sin leche, un té o un mate cocido, siempre caliente para el pasajero o la pasajera. También estaban sus criollitos siempre sabrosos para la mañana.
Roberto Manuel Guzmán murió este martes y sus vecinos, sus familiares y sus clientes de todos los días lo despiden con mucho dolor.
Sus restos fueron inhumados en el Cementerio local este miércoles.