El animador murió en el centro médico Cedars Sinai de Los Ángeles donde estaba internado desde principios de mes con Covid-19, según lo informado en su momento la cadena CNN.
Pero, además, la salud de King venía presentando graves ataques al corazón y diabetes de tipo 2, así como un cáncer de pulmón en 2017, del que se recuperó tras someterse a una intervención quirúrgica.
A esos problemas debe agregarse que desde mediados de 2020 perdió a dos de sus hijos: en julio a Andy, de 65 años, y en agosto Chaia, de 51.
“Es con tristeza y el corazón roto de un padre que confirmo la reciente pérdida de dos de mis hijos, Andy King y Chaia King. Ambos eran almas buenas y amables y los extrañaremos mucho”, escribió entonces el presentador en su cuenta de Facebook.
Antes de estos pesares, King construyó con su actividad un emblema dentro de los medios de los Estados Unidos como figura en la noticia de su muerte en la cuenta oficial de Twitter.
“Durante 63 años en programas de radio, televisión y medios digitales, los miles de entrevistados de Larry son un testamento de su talento único e imperecedero como entrevistador”, se destacó.
Sus programas de entrevistas en CNN, “Larry King en Directo”, en el que ejerció como anfitrión durante un cuarto de siglo, así como el resto de sus apariciones, “son referencia constante del resto de medios de comunicación y son parte del archivo histórico de finales del siglo XX y principios del XXI”.