Era una referente de la década del 90, compañera de Claudia Schiffer y Kate Moss. Era habitual verla en la pasarela de los desfiles de Armani y Versace.

Según informa Clarín, la supermodelo Georgina Cooper, icono de la moda británica y amiga de Kate Moss, murió trágicamente a los 46 años en una isla griega pocos meses después de su casamiento.

La ex modelo se encontraba con su esposo Nigel en la isla de Cos, en Grecia, cuando cayó enferma. En un primer momento, fue trasladada al principal hospital de la isla, pero su estado era tan grave que los médicos solicitaron una ambulancia aérea para trasladarla a Creta, que cuenta con mejores instalaciones.

Fue internada en terapia intensiva, donde permaneció cinco días antes de su muerte. Si bien la noticia se conoció ahora, Georgina Cooper falleció el 21 de octubre.

Su antiguo agente, Dean Goodman, se mostró conmovido: “Amaba Grecia y me dijo que iba a volver con su nuevo marido, pero trágicamente murió allí hace 15 días”, reveló.

“Georgina no se encontraba bien ya desde la época del Covid. Había desarrollado algunos problemas de salud y había estado entrando y saliendo del hospital. Pero tenía planes de futuro. Se acababa de casar y tenía muchas ganas de vivir. Todo el mundo está desolado. Era una auténtica superestrella”, destacó.

Jade Parfitt, Erin O’Connor, Jodie Kidd y Helena Christensen, entre otras estrellas de la pasarela, le rindieron homenaje y la calificaron de “rayo de luz” cuyos “logros en la industria fueron enormes”.

Georgina fue descubierta por una agencia de modelos a los 13 años, y su primer gran éxito llegó cuando apareció en un vídeo musical de Bon Jovi, a los 15 años.

A partir de ahí su carrera despegó, perteneciendo a la élite de una auténtica generación de supermodelos, como Claudia Schiffer, Christy Turlington o Naomi Campbell. En su círculo más íntimo seguía su compañera Kate Moss.

A partir de entonces se convirtió en uno de los rostros de la década de 1990 y fue apodada la “chica de los dientes separados” de Londres. Trabajó como musa de la célebre fotógrafa Corinne Day y de los nombres más importantes del mundo de la moda, y apareció en las portadas de Vogue estadounidense y The Face.

En el 2000 se alejó de la industria para cuidar de su hijo Sonny. En los últimos tiempos trabajaba en el sector de la hotelería en Kent, Inglaterra.

Su compañera, la modelo y presentadora Jade Parfitt se mostró devastada tras conocer la noticia.

“Georgina era un rayo de luz, una modelo muy popular que era muy divertida, siempre se reía y era traviesa en todos los sentidos. Le envío mucho amor a su hijo y a toda su familia”, compartió en una publicación de Instagram.

Se había casado este año y amaba viajar a Grecia, donde encontró la muerte

Dudas sobre su muerte

De acuerdo con lo informado por Clarín, a tres semanas de su muerte, todavía no se conocen las causas del fallecimiento de la supermodelo. En los últimos años, Georgina había recaudado importantes sumas de dinero para diversas organizaciones benéficas, entre ellas para personas con enfermedades hepáticas y pulmonares.

Su cuñada Tracey Wallace describió la muerte de Georgina como una “tragedia”.

Georgina era íntima amiga de la también londinense Kate Moss y desfiló para muchas grandes marcas británicas, como Alexander McQueen, Burberry y Stella McCartney.

También era habitual en los desfiles de casas de moda como Armani y Versace y apareció en la portada de biblias de la moda como Vogue y The Face.

 

 

 

 

 

 

Fuente y fotos: Clarín