Fuentes médicas y activistas citadas por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos afirmaron que las víctimas presentaban síntomas de asfixia, vómitos y dificultades para respirar.
El gobierno sirio y el ruso, acusados del ataque por algunos países, negaron su responsabilidad.
La ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que documenta el conflicto en Siria, dijo que al menos 58 personas, entre ellas 11 chicos, figuraron entre los muertos, mientras que el opositor Centro de Información de Idleb cifró las víctimas fatales en decenas.
El Centro de Información publicó imágenes que muestran a voluntarios médicos cuando parecen intubar a un hombre desfallecido y con el torso descubierto y conectando a un respirador a una niña que parecía echar espuma por la boca.
La ONG Save The Children (Salve a los Niños) dijo que los chicos atendidos presentaron síntomas compatibles con la inhalación de gas sarín.
“Los médicos de una de las clínicas administradas por nuestro socio, Syrian Relief, informaron que recibieron a tres niños menores de seis años, apenas conscientes, con dificultades respiratorias, goteo de la nariz y pupilas contraídas”, precisó la ONG en un comunicado.
Se trata del tercer ataque con armas químicas que se denuncia en Siria en poco más de una semana. Los otros dos ocurrieron en la vecina provincia central de Hama, al sur de Idleb, donde el Ejército combate una ofensiva de grupos rebeldes.
El supuesto ataque químico llegó un día antes de una gran conferencia internacional en Bruselas para discutir el futuro de Siria y de la región, que será presidida por la jefa de la diplomacia europea, la alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini.
El Observatorio, afín a la oposición siria y con sede en Londres, apuntó que algunos de los heridos en el ataque perpetrado por aviones no identificados presentaban síntomas de asfixia, vómitos y dificultades para respirar. Khan Sheikhun está en el sur de Idleb, y salvo algunos enclaves está en manos de rebeldes.
Un general sirio que pidió no ser identificado aseguró a la agencia de noticias EFE que su fuerza no ha usado armas químicas en Khan Sheikhun, una ciudad de 75.000 habitantes, y el Ministerio de Defensa ruso emitió un comunicado negando haber efectuado “ningún ataque en la zona en torno a la localidad”.
Según el Observatorio, el ataque de este martes fue el peor desde otro bombardeo con gas sarín ocurrido en 2013 contra Ghouta Oriental, un suburbio al este de Damasco, que mató a cientos de civiles y que según la ONU, que lo investigó, fue el más grave con armas químicas de toda la guerra en Siria.
Luego de ese bombardeo de 2013, el presidente sirio, Bashar Al Assad, aceptó un acuerdo impulsado por Rusia para destruir su arsenal de armas químicas y Siria se adhirió a la Convención contra las Armas Químicas.