El retraso en el vuelo que lo trajo este jueves a Córdoba no hizo más que acrecentar la ansiedad por escuchar a José “Pepe” Mujica, el expresidente uruguayo y actual senador de ese país que vino a la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) a recibir el título de Doctor Honoris Causa, la máxima distinción que otorga esta casa de estudios.
En la ceremonia estuvieron presentes, entre otras autoridades universitarias y de la comunidad en general: Hugo Juri, rector de la UNC; Pedro Yanzi Ferreira; vicerrector de la UNC; Roberto Terzariol, secretario general de la UNC; Juan Marcelo Conrero, Secretario Ejecutivo del “Comité Internacional promotor de los Festejos y Actividades de conmemoración del primer Centenario de la Reforma Universitaria de Córdoba”; Álvaro Barba García, Cónsul Federal de la República del Uruguay; decanos y autoridades de la UNC; y diversas autoridades municipales y provinciales.
El rector Hugo Juri hizo una breve exposición sobre los méritos de Mujica para recibir este reconocimiento: “En primer lugar, institucionalmente, es un expresidente elegido democráticamente. Y en segundo, proviene de la cuna de una universidad que es lo más parecido a la UNC en cuanto a su carácter de universidad pública y latinoamericana. Es una universidad que fue precursora de la Reforma Universitaria de 1918. Años antes se inició el movimiento en la Universidad de la República en Montevideo. Y siguiendo también a un uruguayo, a Rodó, que fue el precursor en toda América de ese espíritu de los jóvenes”, dijo.
Y agregó el rector: “Cuando llegó a ser presidente, y esto creo que es lo más importante por lo cual debemos otorgarle el Doctorado Honoris Causa, fue probablemente la figura más emblemática de la unidad del pueblo uruguayo. Un verdadero estadista que incluso bajo presiones de un lado y de otro lado, supo mantener el rumbo de juntar de nuevo a ese hermoso pueblo uruguayo -que es tan parecido a nosotros- para mirar su futuro y ser lo que hoy son de nuevo”.
Acto seguido, con 82 años, de pie, micrófono en mano, Mujica habló durante 20 minutos y dio un discurso tan emotivo como inspirador. “Querido compatriotas, porque mi país es el Uruguay, mi patria América latina. Primero, no soy doctor de nada. En todo caso, tengo un doctorado en calabozos, debo haber conocido como 70 en mi país”, arrancó el actual senador uruguayo. El discurso completo pudo seguirse en vivo a través la web de la Universidad Nacional de Córdoba, señal retransmitida por Canal U.
Mujica hizo una clara referencia al papel de la Reforma Universitaria de 1918. “Socialmente considero que el aplauso y el honor que me dan es un reconocimiento a lo mucho que nos queda de camino en materia de solidaridad. Permítanme agradecer a Córdoba, a su universidad, una especie de reliquia, cuando la formación universitaria en base a lucha empezó a dejar de ser de las elites. Larga marcha que tuvo que ver con la lucha de la reforma universitaria. En el fondo había una honda expresión emergente en nuestra América, cundió el mensaje por todas partes, marcó una época que dio sus frutos. Pero también marcó las deudas que llegan hasta hoy. Mi agradecimiento y mi reconocimiento”.
En otro pasaje de su discurso, planteó las contradicciones que se plantean al vivir en sociedad. “La civilización es la solidaridad intergeneracional a lo largo del tiempo. Pero no hay mayor negocio que enajenemos el tiempo de nuestra vida para sacralizar al dios mercado y nos pasemos el tiempo de nuestra vida trabajando para pagar cuentas tras una hipoteca de felicidad comprando cosas nuevas hasta que la vida nos derrota. La nueva religión es el mercado, y eso acentúa nuestro individualismo”.
En relación a la educación superior, “Pepe” reflexionó: “La formación terciaria debe ser el capital común de las masas que vengan. Ustedes van a ocupar el lugar de los proletarios de mi época de juventud. No porque el mundo sea mejor… son los que van a dejar más plusvalía. Pero eso depende del grado de libertad que tengan, van a ser más cultivados e inteligentes, menos primitivos, y pueden ser que más débiles. Piensen en los disparates que les estoy diciendo, ojalá me equivoque”.