La Feria del Libro de Villa Carlos Paz 2019 finalizó ayer por la noche, después de haber brindado un sinfín de actividades diversas destinadas a diferentes públicos, edades y gustos, pero siempre con el objetivo de fortalecer el tejido social y cultural carlospacense y de alrededores.
El sábado 18 de agosto, por la tarde, el evento aumentó significativamente su público. Los ciudadanos y las personas que habían llegado a Carlos Paz por el fin de semana largo, se encontraron gratamente con la feria del libro, y recorrieron los stands con propuestas editoriales diversas tanto locales, como de Córdoba y comunas vecinas.
Historias para contar
Tuve la oportunidad de recorrer ese día la feria, hacer notas a los protagonistas, participar activamente de algunas actividades y conocer en profundizad el deseo cultural y de unión social de algunos colectivos presentes en esta, como el de la Bibioteca Popular Los Morteritos.
Creada hace solo dos meses en Santa Cruz del Lago, esta iniciativa entre vecinos, nació con la voluntad de brindar arte y cultura a los niños, niñas, y jóvenes de la región, que no contaban con esas opciones.
También allí descubrí a la editorial cordobesa Buen gusto, que se dedica a editar cómics e historietas principalmente, con exquisitas ediciones. Un grupo de grandes artistas del libro, -entre quienes se encuentra el carlospacense Martín Eschoyez-, que lograron sacar el mercado Ryuko, una obra de un artista japonés, Eldo Yoshimizu, que hoy se destaca en distintas partes del país y del mundo.
Tanto la biblioteca como la editorial, merecen dedicación para contar sus historias en detalle, las que se irán dando a conocer por este medio.
De lo vivido y experimentado esa tarde, selecciono dos momentos claves que según mi opinión, vale la pena destacar, por ser instancias que a dejan algo más que lo tantas veces dicho. Experiencias y diálogos que ofrecieron miradas lúcidas de la cultura y sociedad actuales, analizando lo que nos pasa, en diferentes temáticas y aspectos.
Voces disidentes
A las 18 hs, comenzó Voces Disidentes: el derecho a la comunicación, conversatorio en el que participaron las integrantes del programa Territorio Diversidad de VillaNos Radio: Casandra Sandoval, quien además forma parte de la CFTTA (Convocatoria Federal Trans Travesti Argentina) y de la Red Par (Periodistas en Red por una Comunicación No Sexista); y el joven trans Emiliano Capovilla, recientemente candidato a primer concejal por el partido FIT Frente de Izquierda y de los Trabajadores, en las últimas elecciones para la Intendencia de Carlos Paz.
Ambos hablaron en principios de sus trayectorias personales, de cómo fueron mutando con el devenir de los años su identidad sexual, qué sucedió en cada caso con su familia de origen, de qué manera pudieron acceder al trabajo, derecho muy vulnerado desde siempre para el TLGBIQ+, quienes hoy por hoy siguen luchando para que se respeten sus derechos humanos básicos.
“Tuve una familia que me acompañó con mucho amor desde un primer momento en mi transición y en la búsqueda de mi identidad. Eso no lo viven generalmente los travestis y trans, la gran mayoría son expulsados de sus hogares, del sistema educativo y otros lugares. En mi caso fue todo lo contrario. Hice un camino inverso, contando con el apoyo y cariño de mi familia”, contó Emiliano Capovilla en la charla.
Y continuó: “Comencé desde muy chico militando en el año 2010 por la Ley de matrimonio igualitario, una ley que conquistamos, fruto de movilizaciones populares en la calle, de asambleas y un tejido de derechos con nuestros compañeres, porque creíamos que era necesaria dar esa pelea. Allí conocí a compañeros de la disidencia sexual y empecé a cuestionar esa identidad sexual que tenía asignada al nacer y me di cuenta que no era mujer sino otra cosa, y así fui construyéndome en el tiempo y con convicciones. Hoy yo me considero una masculinidad trans y no me reivindico un hombre aunque respeto a las personas de mi condición que sí lo hacen”.
Por su parte, Casandra Sandoval, expresó en relación al programa Territorio Diversidad: “Nuestra agenda de temas es diferente a la de los medios convencionales. Durante toda la semana analizamos y preparamos esos temas a trabajar en el programa. Hablamos del acceso al trabajo por parte de nuestra comunidad TLGBIQ+, del acceso a la educación y capacitación, del derecho a la vivienda digna, de los derechos humanos a ser aceptados en diferentes ámbitos sociales, de feminismo, entre otras cosas”.
Hacia el final, se habló de feminismo y la ruptura hacia adentro del movimiento, del grupo que no acepta a la comunidad TLGBIQ+, excluyéndolos de sus reclamos centrales, entre otras cuestiones.
Liliana González y los problemas de la crianza actual
Una de las presencias más esperadas de la Feria del libro, fue sin dudas la psicopedagoga Liliana González, quien presentó su último libro Volver a mirarnos a las 20 hs, junto a su hija Natalia Brusa, licenciada en Comunicación Social.
“Hoy, el celular se ha convertido en un arma de negociación entre los padres y sus hijos. La tecnología está teniendo una importancia clave en el funcionamiento de las dinámicas familiares. Muchas familias no lo están pudiendo manejar”, afirmó Natalia Brusa, sobre los aspectos que preocupan de la infancia y crianza actuales.
Por su parte, Liliana, también en relación a los aspectos negativos de los celulares y su incidencia en la vida de los niños de manera temprana, alertó: “Veo en los niños de hoy un problema en el lenguaje. Cada vez hablan más tarde, muy pobremente y con muchas dificultades, con el lenguaje propio de los dibujos animados y con dificultades para entender al otro y hacerse entender”.
Y continuó: “Entonces aparecen un montón de espectros autistas y patologías que en realidad para comprobarlas, lleva mucho tiempo de diagnóstico y tratamiento, porque en realidad la mayoría son falsas patologías. Chicos a los que les han faltado esa conexión primaria con los padres y otros, y que quedaron a merced de los celulares”.
Por otro lado, hizo hincapié en la pobreza del juego y la violencia en el juego. “En los recreos los chicos la están pasando mal porque llegan a la escuela sin saber jugar. No se les enseña a usar el cuerpo y fundamentalmente el lugar del otro. Por la tecnología y la falta de seguridad, los chicos perdieron el amigo de la vereda, que es fundamental para convertirse en un ser social. Ese registro del otro, del diferente a nosotros, el online, los juegos en red, no se lo dan”.
Liliana González aconsejó, en consonancia con la OMS (Organización Mundial de la Salud), no dar celulares y tecnología similar a los niños, al menos hasta los dos años. Luego, a partir de esa edad, aseguró los chicos pueden usarlos sólo dos horas, controladas, y nunca durante la noche, porque alteran el sueño.
Tanto ella, como Natalia, exhortaron a dialogar, a volver a mirarnos, a recuperar el juego, a brindar más momentos de calidad a nuestros niños y niñas para que se forman felices, plenos, y con el uso de la tecnología moderada, para su salud mental y física.