Miguel Leguiza es músico, docente, gestor cultural. Su pasión por este arte y su vocación de profesor lo llevaron a crear Fusas, un instituto de formación musical que ya cuenta con 14 años de trayectoria, donde contagia el amor por la música a niños, adolescentes y adultos de Villa Carlos Paz.
Además de ser director de su propia escuela, es miembro del Consejo Internacional de las Artes por Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y director del De las Sierras Jazz Club.
Músico autodidacta, en sus primeros años de juventud vivió en distintos lugares de Europa: España, Holanda y Francia. Allí se formó con diferentes artistas, experimentando la música y aprendiendo de cada lugar en el que elegía vivir. Posteriormente se recibió de Master Guitar en el Berklee College of Music de Boston, Estados Unidos.
Miguel asegura que es músico de toda la vida. “Tenía a mi hermano que me acercó a la música y amistades que se dedicaban a la música. A los 9 años ya tocaba el piano, a los 13 tuve mi primera banda. Era la época de Soda Stéreo, The Police, The Cure, esa era la new wave del momento, así que tocábamos eso. Por otro lado, siempre me gustó cantar. A través de mi hermano conocí a Charly García, Mercedes Sosa, La máquina de hacer pájaros, Silvio Rodríguez, Louis Amstrong, y Charlie Parker. Mis influencias son de rock, de folklore y de jazz”, manifestó.
El músico forma parte de la banda Jazz in the house que tiene más 10 años, la cual fusiona funk, soul y otros ritmos como bossa nova, y de Impronia Ensamble Argentino, un trío conformado por Ramiro Gómez (piano y voz), Tito Gómez (bateria y voz) y él, en bajo, guitarra y voz. Hacen música de Astor Piazzolla y folklore. Además integra otro trío de música celta que se presenta en diferentes lugares de Villa Carlos Paz y otra banda llamada Jazz Moon.
“Soy bastante versátil en ese sentido. Me presento todos los fines de semana en un restaurante distinto de la ciudad como Estilo Argentino donde se come muy bien. Allí toco el saxo, con pistas, guitarra, y además invito a diferentes grupos. También participo del Ciclo de Jazz de Punta Hidalgo que se lleva a cabo todos los martes del año”, contó Leguiza sobre su variado trabajo como artista.
Jazz para fusionar estilos
Uno de los eventos que el músico está organizando actualmente con mucho empeño es el Festival Internacional Jazz Day a realizarse del 27 al 30 de abril en Villa Carlos Paz. Este constará de un espectáculo al aire libre con bandas locales, así como de ciudades aledañas y otras provincias, habrá clínicas y talleres sobre géneros y una Jam session con músicos locales, con invitados de provincias y otras ciudades.
En entrevista con Carlos Paz Vivo! Leguiza habló de sus diversos proyectos musicales y de su marcada vocación por la tarea docente.
¿Cómo lográs esa versatilidad en lo musical?
-Se la debo al jazz. Es mejor darse la mano con otros géneros e incursionar fusiones que son muy enriquecedoras. Aunque el jazz es un género que nace en los Estados Unidos, viene de la música negra, de África, como toda nuestra música, como el folklore, como la música latina, etc. La música africana le da su carácter a muchos géneros, principalmente el ritmo. A partir de ahí enriquece cada una de las culturas que toca. Actualmente hay muchos grupos que fusionan ritmos como el folklore con el jazz como Aca Seca, una banda argentina muy conocida. Incluso mi grupo, Impronia, toca temas de Piazzolla y otros con folklore y fusiones. Así que últimamente la tendencia es ir para ese lado: trabajar fusiones musicales.
Hablando de jazz, ¿Qué músicos están ya confirmados para el Festival Internacional Jazz Day?
– Vienen los músicos de la Orquesta de Jazz del Sindicato de Córdoba, de Buenos Aires vendrá Néstor Gómez, Juampy Juárez, Milton Arias y Lucas Ramírez de Córdoba, Cristian Escobedo que es músico local, Juan Cárdenas, entre otros. Habrá espacio para las bandas locales y participará la Orquesta Municipal de Villa Carlos Paz. Además este año haremos un homenaje a la mujer, con voces femeninas. Vendrá Cecilia Monte de Rosario, quien hace música brasileña y bossa nova.
¿Cómo nace tu pasión por el jazz?
-Es una forma intercultural de comunicarse. Me ha pasado de estar en Holanda y no entenderme con uno que estaba hablando sueco, tenía el estuche de un saxo y yo le decía el nombre de un tema de jazz y el tipo lo tocaba. Así nos entendíamos en un principio.
Contame sobre tu trabajo como director en Fusas…
-Permite que los chicos tengan esa evolución, ese crecimiento musical necesario. Yo estudié en Berklee College of Music en Boston y parte de lo que aprendí ahí es lo que enseño en Fusas. Incluso di clases en escuelas de la ciudad, pero preferí enseñar a un grupo más reducido de gente, para que la enseñanza sea más personalizada. Para mí no hay como la práctica para la música. Fusas forma parte de CIA UNESCO, esto nos lo permitió nuestro trabajo con niños y niñas con autismo como asperger, o con diferentes discapacidades, no videntes, etc. Eso, más el aporte cultural que de a poco la escuela fue haciendo en la ciudad como recitales a beneficio de comedores y otras organizaciones, hizo que la institución fuese considerada como miembro de las Naciones Unidas. Los chicos acá pueden aprender guitarra, piano, baja, batería, ukelele y canto. Es para todas las edades. Por otro lado, los ensambles en Fusas son vitales porque buscamos que la música se comparta con toda la familia.
le damos oportunidades a la gente sin importar las condiciones, es fundamental el esfuerzo. Acá vienen a aprender personas mayores de 70 años y están felices.
¿Cómo abordás tu trabajo de enseñanza con los chicos?
-Creo que Fusas de algún modo fijó un piso o un ejemplo para otros lugares. Es enseñanza especializada para cada chico. Los contenidos son estructurados de manera proporcional, la forma en que acercamos la música a los chicos es lo importante. Tomé ejemplos de cuando estuve viviendo en Toulouse, Francia, en Madrid, y de la experiencia de Boston, Estados Unidos. Me enseñaron a que el sistema de enseñanza se adapta al alumno y no al revés, eso es clave. Es un paradigma más moderno que año a año pienso en mejorar haciendo convenios con escuelas y otras instituciones culturales.
Estoy pensando en buscar la forma de colaborar más con nuestros alumnos en la difusión de sus materiales de sus producciones musicales. Y por otro lado, quiero incorporar otros cursos como el que hoy hacemos, del Instituto Privado del Audio (IPA), que lo da gente que se dedica específicamente a eso. Me refiero a cuestiones puntuales que brindan su aporte local, sin necesidad de tener que viajar a Córdoba o Buenos Aires.
¿Descubriste muchos talentos musicales a lo largo de estos años?
-Hay niños o niñas que tienen gran facilidad para la música y otros que no, pero que con esfuerzo y dedicación logran su objetivo. Trabajamos para aprender y valorar el esfuerzo y lo que se logra a partir de él y de la perseverancia, que es muy significativo más allá de las condiciones naturales que alguien pueda tener. En Fusas le damos oportunidades a la gente sin importar las condiciones, es fundamental el esfuerzo. Acá vienen a aprender personas mayores de 70 años y están felices. Apuntamos a la parte del disfrute de la música, conectamos con las emociones que genera la música.
¿Qué tipo de maestro sos?
-Me reconozco como maestro por la necesidad de transmitir mi pasión por la música. Pero todos somos maestros y alumnos al mismo tiempo. Yo he aprendido cosas de niños muy pequeños.