Fuentes judiciales y policiales informaron a Télam que el niño ingresó al centro asistencial el domingo 19 de septiembre con evidentes signos de golpes por lo que de inmediato los médicos radicaron la denuncia ante la justicia.
El caso comenzó a ser investigado por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 especializada en violencia de género pero ayer la causa pasó a la UFI 3 de la fiscal Gabriela Mateos.
El niño falleció en las últimas horas a raíz de las lesiones sufridas como producto de fuertes golpes en su cuerpo y la funcionaria judicial dispuso la detención de su madre, Yésica Aquino, quien había dicho a una hermana suya que su hijo se había ahogado con leche.
En tanto, el padrastro, identificado como Roberto Fernández (27), fue intensamente buscado por personal de la SubDDI de Berazategui hasta que lo detuvieron esta tarde en la calle Gibraltar al 200 de Pontevedra, partido de Merlo.
Las fuentes añadieron que los vecinos de la pareja que vivía en la calle 162 al 2600 hicieron semanas atrás una denuncia por los malos tratos que recibían el niño y sus cuatro hermanos de entre 3 y 12 años.
La fiscal Mateos ordenó la autopsia correspondiente que para establecer fehacientemente las causas del deceso.
Ambos sospechosos serán indagados en las próximas horas por el delito de “homicidio agravado por el vínculo”.
Una tía del niño muerto recordó que “desde junio de 2020 que venimos denunciando, a mi me llaman que mis sobrinos estaban gritando y que había golpes, vengo acá y mi hermana se estaba yendo, dejando encerrado con candado a los chicos”.
La mujer contó al canal C5N que la acusada la dejó ingresar a la casa, donde una sobrina salió “llorando de una de las piezas con León en brazos, que en ese momento tenía tres meses”.
“Me contaban como podían entre todos que les habían pegado, que se habían peleado entre ellos (la pareja) y que la mamá lo iba a buscar a él dejándolos solos”, relató la mujer y aseguró que “a partir de eso hubo más denuncias”.
Además, añadió que fueron a la escuela a contar lo que estaba pasando y que “por todos lados trataron de evitar que esto sucediera”.
“La asistente social vino dos o tres veces, me comentó que no notó nada raro. Nosotras no teníamos credibilidad”, criticó.
Los familiares pidieron “justicia” con carteles que tenían la imagen del niño asesinado a golpes y de la pareja involucrada en el hecho.