#PhoTortul 3318
“Más allá del Monolito”
Av. San Martín esq. Yrigoyen – #VCP
Julio de 2024

Detrás de una muesca en un granito gris mara se asoma, completamente desenfocado para la ocasión, el hotel de los compañeros petroleros del Sindicato 12 de Octubre, que alguna vez fuera el hotel El Torreón, manejado por la Familia Bartmus.

La muesca que se destaca cual si fuera una mordida en una manzana, tiene muchos años, pero menos que el monolito que la contiene (o la padece), que suma exactamente 110 años de historia… y millones y millones (como decía Carl Sagan) de años menos (geológicamente hablando) que la formación de la piedra original.

Estoy parado al lado del Monolito Histórico del Camino de las Altas Cumbres, frente a la Oficina de Turismo (ex Caminera) y reflexiono ante la piedra parada, casi como los homínidos de Stanley Kubrick en “2001, Odisea…” ante el extraño tótem negro.

El domingo que pasó, el MGroup entregó 38 distinciones con este nombre: “Monolito Histórico”, que se materializaba en un bello objeto, diseñado por el capo de Pablo Metrebián, con la forma del original… pero con detalles que lo convierten en un galardón para guardar en el mejor rincón. Creo que ya les conté que ‘ligué’ uno, y les digo que lo puse en mi lugar favorito de casita.

 

Todo esto me dio el impulso para venir a ver el original, que está a dos cuadritas de mi hogar… y paso a contarles un par de cosas, a sabiendas que muchisimos ‘carlospazonzos’ le pasan por el costado, de ida y de vuelta… y no lo ven. O no la ven, como dice ‘Peluca’.

Esta Piedra Fundacional, se ubicaba en nuestro pleno centro actual, al lado de la primera casa del paraje llamado ‘Los Puentes’, que era la Residencia ‘Las Margaritas’ de Don Carlos Nicandro. Allí se enclavó en 1914 y la flecha que contiene en relieve granítico en su frente señalaba el sentido hacia el serpenteante Camino de las Altas Cumbres, de los Puentes Colgantes… o bien del Curita Brochero… hoy Santo.

Allí hubo, 110 años atrás, pompa y circunstancia… y políticos pa’ la foto. Eran tiempos de Ramón J. Cárcano, de ‘lomonegros’. Al lado del Monolito también estaba el primer surtidor para los escasos autos (Carlos Paz tenía un Fiat), al lado del palenque pa’ los caballos… del primer bar, casi pulpería… y el primer hotel.

Supo nuestro Monolito de tiroteos entre mozos y parroquianos que se ‘desconocían’ tras las copas o algún otro asuntillo.

Allí nació Carlos Paz como Pueblo, ya con ese nombre, creció como villa, progresó… y engordó (su tránsito y su tráfico) a punto tal que esa calle del centro, en 1956, el Comisionado municipal, Don Juan García, decide su ensanche. Así, en la General Paz/9 de Julio, de doble sentido aún, que luego pasó a ser mano única, desde el puente pa’l cerro… nuestro Monolito quedaba en medio de las reformas. Parece que ‘molestaba’, por lo cual se lo saca, se abre la calle Lisandro de la Torre y se decide su traslado a su actual emplazamiento frente a las oficinas de turismo en San Martín e Yrigoyen.
¿Y la muesca que tiene que ver?!?

Pues, cuenta la leyenda, que ‘el traslado’ se la habría provocado al enganchar con alguna máquina el duro granito. Claro que otros atribuyen esa muesca a los tiroteos entre parroquianos… y otros a la represión policial en la famosa ‘Pueblada’ de 1960.

Con Eldor Bertorello no sabemos a cuál de las tres situaciones adjudicarle esta ‘mordida’ que hoy nos deja ver, a su través, el viejo Torreón Hotel.
Elijan su propio final… y de paso vayan a tocar el monolito que: ¡Trae suerte!!!
   
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