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Los Morteritos: la biblioteca popular itinerante que lucha por los derechos de la infancia

Integrantes de la Biblioteca Popular Los Morteritos.

Los Morteritos es una biblioteca popular itinerante de Santa Cruz del Lago y Estancia Vieja, que surgió hace un poco más de 2 meses como iniciativa de vecinos del lugar, quienes notaban la ausencia de propuestas artísticas y culturales para los niños y las niñas de la zona.

Silvia Orechia, Violeta Ojeda, Germán García, Walter Brarda y Verónica Navas se unieron para dar vida a un proyecto que supo comprender las necesidades y demandas culturales de la gente, motivo por el cual sus acciones tienen una gran respuesta por parte de un público compuesto por distintos grupos etarios,  y sobre todo,  por niños y jóvenes.

“Somos gente inquieta a la cual nos movilizó que hubiese poca actividad cultural en las localidades donde vivimos. Hay falta de conciencia de nuestro derecho a la cultura y otros derechos. Además los niños tienen escasas opciones para divertirse y aprender. Por eso decidimos armar la biblioteca como un espacio para la difusión de los derechos de las infancias entre otras cosas”, contó Silvia Orechia sobre el origen de la iniciativa.

Biblioteca bulliciosa

Hace menos de un mes el grupo recibió la autorización para la personería jurídica de la biblioteca, lo cual le permitirá seguir creciendo como colectivo cultural.

Esta propuesta piensa en bibliotecas bulliciosas, con niños, jóvenes y adultos interviniendo, pensando, debatiendo y poniendo en discusión lo que leen y escriben.

“Trabajamos por el derecho a un medio ambiente sano y por los derechos de las infancias”, insistió Violeta Ojeda.

Recientemente, Los Morteritos participó de la Feria del Libro de Villa Carlos Paz 2019, donde estuvieron presentes con su stand y realizaron distintas acciones literarias  con la gente, dejando su sello distintivo.

La experiencia de “Toma Cultura”

La primera actividad que llevó a cabo Los Morteritos en Santa Cruz del Lago fue Toma Cultura, un festival con artistas, artesanos, emprendedores y músicos en vivo.

Toma Cultura surgió con la intención de hacer una actividad en la zona que conmemorara el 24 de marzo, Día de la Memoria por la verdad y la justicia en Argentina.

Lo que en principios se planteó como un evento alternativo a los organizados en las grandes ciudades, terminó siendo una feria cultural que excedió la temática. Contó con más de 50 expositores y una gran convocatoria de público,  donde se destacó la presencia de jóvenes entre los 20 y 30 años.

Los libros salen a la calle

La biblioteca aún no cuenta con un espacio físico. Sin embargo, los integrantes señalan que la itinerancia es una característica que ellos eligen especialmente. “Tenemos poca densidad poblacional en nuestros pueblos, pero gran extensión en terrenos, por eso es importante que nosotros nos acerquemos a la gente para llevarles la propuesta.”

Por ser una organización todavía en gestación, los libros de Los Morteritos  por el momento son prestados y no tiene un sistema de socios como la mayoría de las bibliotecas. No obstante, “con la personería jurídica, todas esas cuestiones se irán acomodando”, manifestó Walter  Brarda.

Planes a futuro

En relación a los objetivos de la biblioteca para crecer al corto y mediano plazo, Violeta Ojeda comentó: “Somos muy imaginativos ya que venimos del mundo de los cuentos, de la cultura, aunque el grupo es heterogéneo. Le vemos gran proyección a esto, siempre y cuando trabajemos con los niños y niñas”.

Por su parte, Germán García agregó: “En nuestro grupo hay arquitectos, docentes, un economista, un psicólogo, gente que se dedica a las letras, lo cual enriquece todo lo que hacemos. Queremos seguir avanzando en cuestiones de protección de medio ambiente e infancias, que son temas que nos mueven. Queremos reunir a más gente para lograr nuestros  propósitos”.

Además, Los Morteritos planea organizar seminarios de arte y talleres para chicos y grandes, de distintas temáticas y llevar a cabo una nueva feria Toma Cultura pero esta vez en Estancia Vieja, que se piensa para el mes de septiembre.

“Una idea muy fuerte que tenemos es intervenir en el espacio público. Cuando uno imagina una biblioteca normalmente piensa en un espacio estanco, cerrado. Pero nosotros buscamos que el libro salga a la calle y se encuentre con la gente.  Queremos reactivar lo público (plazas, clubes, mercados, etc.) para que la gente se recluya menos y comparta instancias culturales”, concluyó García.