Las lluvias que persisten desde hace una semana en Villa Carlos Paz y la región han generado una gran demanda en las lavanderías de ropa, que trabajan a pleno para atender a los clientes que buscan limpiar y secar tanto sea las indumentarias de la familia como también las sábanas y toallas.
En los últimos días se ha registrado un incremento significativo en la clientes acuden en búsqueda del servicio, que en un promedio tiene un costo de $12.000 el lavado y secado de un canasto, cuya capacidad es de aproximadamente 15 prendas.
Según expresó Rosana, responsable de una lavandería de Villa Carlos Paz, las secadoras trabajan sin pausa para atender la gran cantidad de prendas acumuladas por la humedad. Además confirmó que este verano, en virtud de la cantidad de lluvias que se registraron desde principios de año, la demanda ha sido mayor que en temporadas anteriores.
“Hemos tenido una semana de mucho trabajo. La humedad hace que la ropa no se seque bien en casa y quede con olor, así que la gente recurre al lavadero”, explicó.
Según detalló, lo más solicitado en estos días han sido la limpieza de uniformes escolares y ropa de trabajo, aunque también hubo un incremento en el lavado de sábanas y toallas, especialmente tras los feriados, cuando muchas cabañas renuevan su ropa blanca. “La gente quiere su ropa lista rápido, pero debido a la alta demanda estamos entregando los canastos limpios en 48 o 72 horas”, precisó Rosana.
Otro aspecto destacado es que, con la tecnología de las secadoras actuales, el planchado ha quedado en segundo plano. “Prácticamente, la ropa sale lista para doblar, así que cada vez menos gente pide planchado”, afirmó.
La alta demanda en lavaderos de ropa refleja el impacto que tuvieron las lluvias prolongadas en la vida cotidiana, en especial con el inicio del otoño donde muchas personas buscan la limpieza de sus acolchados previendo la baja en las temperaturas el reciente cambio de la estación del año.