Son entre 160 y 200 chicos que todos los días concurren al merendero Panza Caliente por una taza de leche o un plato de comida. Hasta esta semana, después de la merienda, los chicos se cruzaban a un campito al frente de la sede de Panza, en Brasil al 400, para jugar a la pelota o tirarse del tobogán.
Este jueves, los propietarios del terreno comenzaron una obra y cerraron el predio por lo que los chicos se quedaron sin espacio para jugar.
Cristian Abrate, responsable de la Fundación Panza Caliente, aseguró que más que nunca necesitan un nuevo salón para atender a más gente y también contar con un lugar adecuado para que los chicos puedan jugar.
“Hola amigos, ayer cuando llegamos a Panza para dar el desayuno a las familias nos dimos que al campito dél frente lo estaban limpiando y no podemos usarlo más por lo que nos preocupa muchísimo la seguridad de nuestros pekes ya que tendremos que jugar en la vereda o la calle”, señaló Cristian.
“Necesitamos un lugar urgente, un galón grande, una casa con patio, un terreno que nos presten o para alquilar en precio accesible”, expresó.
Para comunicarse con Cristian o Gaby: 3541-650241, 3541-317045.